NBA

La noche que Kobe lloró por llegar a una final de la NBA

09:59 25/09/2022 | La leyenda angelina estaba determinada a ganar un campeonato sin Shaq, pero primero tenía que atravesar el duro Oeste.

Kobe ante Billups y un gran duelo en las finales de conferencia del 2009 (Foto: Getty)

Shaq siempre expresó que si hubiera seguido en los Lakers con Kobe la cantidad de campeonatos que hubieran ganado iban a ser mucho más que los tres que tienen. En cuestiones contractuales se terminó diluyendo esa gran dupla y Kobe Bryant fue quien se quedó en LA, en busca de más historia.

En el 2009 se dio la llegada de Pau Gasol, armándose otro binomio interesante para los Lakers y para Kobe era una ayuda para su gran meta, ganar un campeonato sin Shaq. Entonces fueron unos duros playoffs hasta arribar a las finales, superando a Utah (4-1) con tranquilidad en primera ronda, luego una batalla ante los Rockets por 4-3 y en la final de conferencia ante los Nuggets (4-2) de Chauncey Billups, Carmelo Anthony y Kenyon Martin.

Justamente el base de Denver, Billups, fue quien detalló el momento en que Black Mamba rompió en llanto por llegar a la final, algo que va en contra de la Mamba Mentallity, puesto que no estaba el objetivo final consumado, el título, pero si se estaba demostrando a él mismo que podía sin Shaq sobrevivir en la Conferencia Oeste.

“Estaba tan decidido a ganar el campeonato sin Shaq. Era el Juego seis, aquel que se nos escapó. Voy a saludar a la banca de los Lakers, a felicitarlos. Luego me acerco a Kobe y le digo: 'Buena suerte, buen trabajo'. Estaba llorando, hermano. Llorando, como llorando lágrimas. Estaba tan feliz de ir a las Finales”, recordó Chauncey en una charla con All Smoke y la sorpresa de ver al mejor jugador de la liga con tres anillos ya conseguidos, llorando por vencer a los Nuggets y llegar a la final.

Aquel detalle habla de la mentalidad que tenía Kobe, darlo todo contra el rival que sea, el objetivo está siempre a tu alcance solo depende de cuánto pongas de ti para lograrlo. Llegar a la final era una meta y unas lagrimas de alivio fueron el desahogo necesario para ganar concentración y en las finales pasar por arriba a Orlando, tal como sucedió.

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