Informe

Campazzo y su reencuentro con Kuzmic, el hombre que cambió la historia del Madrid... lesionándose

17:51 29/12/2022 | El cordobés tiene, además de Vildoza, otro conocido en Estrella Roja: Ognjen Kuzmic, pivote con una historia muuuy particular.

Kuzmic, en la punta izquierda, y Facu, en la derecha, en el Madrid versión 2017/18

Spoileamos el resto de este informe. Tiene trampa, pero una trampa totalmente válida. Comenzamos. 

Facundo Campazzo arribó al Estrella Roja de Belgrado, Serbia, donde todo el mundo habló de su reencuentro con Luca Vildoza, otro de los bases del equipo. Luca nunca compartió club con Facu (al contrario, fueron rivales en el clásico Peñarol-Quilmes en Argentina y en los duelos Madrid-Baskonia en España), pero sí selección, aunque no en la última Americup, donde no estuvo Luca. Pero sí, por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Tokio y en el inolvidable Mundial 2019 en China, donde salieron subcampeones. 

Pero hete aquí que no es Luca el único conocido de Campazzo en el equipo. En su primer partido presente en la tribuna, aunque sin poder entrar, a Facu se lo vio muy bromista con Ognjen Kuzmic, el pivote que juega poco pero que, para Campazzo y para el Real Madrid, significa mucho, aunque por motivos para nada clásicos. 

La historia es así. Kuzmic jugaba en el Estrella Roja en la 2016/17, cuando el Madrid lo fichó, sorpresivamente, como su pivote titular para la 2017/18, equipo donde estaba Facu. Apuesta arriesgada, ya que, si bien Kuzmic había hecho una buena temporada (9.4 puntos y 7 rebotes), lo había hecho en un equipo que tuvo un rendimiento mejor del esperado, pero que ni siquiera entró en playoffs. 

La cuestión es que Kuzmic llegó al Madrid y, en su segundo partido por la Euroliga, ante el CSKA de Moscú, se rompió los ligamentos de su rodilla izquierda y quedó out para toda la temporada. Al mismo tiempo, Anthony Randolph sufría otra lesión que lo dejaba casi un mes afuera. Laso decía entonces: "Estoy jodido". Pero no sabía que lo que le había pasado a Kuzmic, de alguna manera, abría el ciclo más exitoso del Madrid.

Viéndose cercado, corría octubre del 2017 y había que tomar una decisión. Entonces el Madrid salió a buscar desesperadamente a quien fichar y, tras una primera negativa, convenció a Walter Tavares, un pivote de 2.20 y, en ese entonces, 25 años, que había empezado a jugar al básquet de muy grande (17 años), que cuajaba además perfecto porque era cupo, ya que había hecho divisiones formativas en el Gran Canaria, y que venía de ser no tenido en cuenta en la NBA, siendo derivado a la G-League. 

El Madrid se la jugó y lo firmó por 3 temporadas para convencerlo, ya que el Barcelona también estaba detrás suyo. Lo que nadie imaginaba era el impacto que Tavares tendría en el futuro del Madrid, que ese año ganó la Euroliga en Belgrado (última temporada con Luka Doncic en el equipo), y la Liga ACB.

Tavares se convirtió en el mejor pivote de Europa, en uno de sus jugadores más cotizados, en el jugador que cambió la forma de atacar al Madrid por sus tapones y presencia, y en uno de los grandes responsables de los 10 títulos ganados por el equipo blanco desde su arribo. El bueno de Kuzmic, que tenía menos suerte que la familia Ingalls, al año siguiente tuvo un grave accidente de auto, casi muere, con lo cual jugó 5 partidos de Euroliga en 2 años, para luego volver en la 2019/20 al Estrella Roja, donde permanece, sin demasiado vuelo. 

¿Qué hubiese pasado si Kuzmic no se lesionaba en el 2017? Bueno, imposible saberlo, pero en principio, lo más probable es que Tavares hubiese acabado en el Barcelona. Y entonces imaginar cómo estarían hoy las cosas es ciencia ficción.

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