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Como dijimos en la nota análisis posterior a la conferencia de prensa del miércoles último realizada por Felipe Lábaque ante el mal momento de Atenas, se esperaba otra actitud o declaración del presidente del club ante la peor campaña de su historia. Pero Felo fue poco autocrítico, por no decir nada, y se ganó un par al menos de broncas por dos frases en las que dejó muy mal parados a otros involucrados. 

El que más revuelo causó fue cuando dijo que "la camiseta de Atenas no es para cualquiera. Marcelo (Milanesio), Pichi (Campana), (Germán) Filloy, (Diego) Ossela dejaron la vara muy alta. Acá vino el Lobito Fernández en su mejor momento y me llamó para decirme que se quería ir porque no soportaba el fantasma de Milanesio”. 

Rápidamente salió Gustavo y toda su familia a responderle a Lábaque. Dijo el Lobito: "Cuando me fui del club aquella vez lo hice de corazón, tratando de ponerme en el lugar del otro como hago siempre en mi vida. Podían tener razón que como jugador no era lo que necesitaban. Yo tenía un contrato firmado y no era lo ideal salir a buscar trabajo por la situación que vivíamos justo con mi familia”, dijo en diálogo con La Voz del Interior.  "Pero no es real que pedí irme de Atenas. Ellos usaron el recurso que se dio justo en la Liga de la categorización. Yo podía decir que no me iba. No era lo ideal irme con un nene de un año y medio discapacitado, pero no hice problemas aquella vez. Nos armamos de una coraza de ahí en más como forma de vida ante los golpes”. 

Nada para agregar
Gracias Marcelo https://t.co/qYYJJC7Vpu

— nancy fiandrino (@gringaylobo) January 26, 2023

Gracias @mchaijale por dar lugar a una aclaración que en este caso era necesaria. Esta es la verdad ⬇️ pic.twitter.com/ecgTdWKbCT

— Juan M. Fernandez (@jmfcoaching) January 26, 2023

Señor Labaque con todo respeto, entiendo que es dificil hacerse cargo de las cagadas propias, pero faltarle el respeto de la forma que lo hizo a mi padre en conferencia de prensa y con mentiras es caer muy bajo. Por lo que veo, casi 30 años despues no aprendió nada de la vida.

— Gusti Fernandez (@gustifernandez4) January 26, 2023

Los posteos en favor del Lobito se multiplicaron en las redes, dejando en una posición muy desubicada a Lábaque, que en otra parte de su conferencia, la más extensa, cargó varias veces contra Claudio Arrigoni, diciendo que "yo le dije personalmente a Claudio (Arrigoni) 'armá el equipo como a vos te parezca' y el equipo fue armado totalmente por el técnico". De alguna manera, responsabilizándolo de todo lo ocurrido este año, en donde el equipo ganó 1 partido de 20 y lleva 18 caídas consecutivas. 

Fuimos entonces al archivo del día que se presentó a Arrigoni como DT este año y nos encontramos con una gran sorpresa, al leer las declaraciones de Lábaque de ese día, subidas por el sitio enredaccion.com.ar: "Al tener terminada la inversión en el estadio, hemos podido invertir más en el plantel y la verdad, con los nombres que tenemos y la gente que hemos podido traer, tenés otra esperanza, otra imagen de lo que es el equipo respecto a los últimos tres o cuatro años, así que no digo que estemos para ser campeones, pero sí para ser protagonistas y estar en una buena ubicación de la tabla. A Claudio lo elegimos por cómo terminó el torneo pasado, porque se aviene a la idiosincrasia nuestra y me ha dejado participar en el armado del equipo. Pese a que por esto, en la historia, he recibido muchísimas críticas, no me interesa. Con Eber Baralle en vida teníamos una participación activa en la conformación del equipo. La elección de los jugadores la hemos hechos juntos. Lo único que le pedí, es que ponga a Marcelo (Arrigoni), el hermano, como asistente, que fue DT nuestro y tiene una historia en el club. Tengo mucha fe en él. Por eso, son los dos hermanos los que están al frente". 

¿Entonces? Sinceramente, y con el mayor de los respetos hacia un dirigente de la historia de Lábaque, creemos que esta vez la pifió feo, y sin ahondar demasiado en otras frases del miércoles, ninguna aceptando los enormes errores dirigenciales de los últimos 10 años. Una pena.