Historia

Kobe Bryant y su propio ‘Flu Game’

13:51 24/05/2023 | El escolta de los Lakers copió muchas cosas de Michael Jordan, pero nunca esperó tener un icónico juego tras comer algo intoxicado.

Bryant en los playoffs de 2002 (Getty)

Michael Jordan y Kobe Bryant son dos jugadores que a menudo se mencionan en la misma charla. Después de todo, la Mamba modeló todo su juego según la leyenda de Chicago Bulls. Idolatraba a Michael y quería ser tan gran jugador como él. Incluso llegó un punto en el que el parecido entre ambos era asombroso, donde Bryant parecía un calco de Su Majestad en la cancha.

En 1997, Jordan salió a la cancha para el quinto partido de las Finales de la NBA. El seis veces campeón estaba terriblemente enfermo y, al parecer, había contraído una gripe. Sin embargo, persistió y acabó ganando el partido que ahora se conoce como "el Flu Game". Y, por sorprendente que parezca, Kobe tuvo un incidente similar.

Como se revela en el libro de Jeff Pearlman, “El circo de los tres anillos”, Bryant cayó enfermo justo antes del segundo partido de las Finales de la Conferencia Oeste. Era un partido importante, contra los Kings en Sacramento. Kobe siempre tuvo reputación de ser indestructible, pero de todas las cosas, fue una hamburguesa la que casi lo deja fuera de combate.

La ciudad de Sacramento es conocida por muchas cosas. Un lugar importante de la ciudad es el famoso “Dawson's Steakhouse”. Uno de sus platos más vendidos es su hamburguesa, pero el 19 de mayo de 2002 resultó ser la perdición de Kobe Bryant.

El escolta de los Lakers visitó el lugar la noche antes del segundo partido de las Finales de la Conferencia Oeste. Aunque en lugar de disfrutar de una buena comida, acabó enfermando. Kobe vomitaba por todas partes. Y, cuando se presentó al partido al día siguiente, sus compañeros estaban preocupados.

"Cuando Bryant explicó a sus compañeros lo de la hamburguesa y la enfermedad, se levantaron las alarmas. ¿Había sido todo planeado? ¿Se trataba de un truco para confundir a los Kings? Estaba disgustado y enfadado", dijo Rick Fox, convencido de la conspiración. “Al mismo tiempo, tenía miedo. Me decía: '¿Esta gente se lo toma tan en serio como para poner algo en la comida de este hombre? Me acuerdo de su aspecto. Era desagradable" sentenció.

Aquella noche, muy a pesar de su enfermedad, Bryant luchó durante todo el partido y jugó 40 minutos. Terminó el duro juego con 22 puntos, seis rebotes y dos asistencias. Un auténtico guerrero que tenía su reputación bien ganada.

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