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La 23-24 probablemente será recordada como la temporada con peor suerte para un equipo. Una campaña marcada por la adversidad, para Memphis Grizzlies, que han batido un récord histórico en la NBA de la manera menos deseada: utilizando a 31 jugadores diferentes, la mayor cantidad en una sola temporada.

Esta cifra ve su origen negativo por el récord de 481 lesiones sufridas en 75 juegos, superando la marca anterior establecida por los Toronto Raptors en la temporada 2002-03, quienes tuvieron 480 lesiones en 82 juegos. Con un promedio de 6.5 jugadores ausentes por partido, los Grizzlies han enfrentado una crisis de lesiones sin precedentes, lo que ha puesto a prueba su profundidad de plantel y su capacidad para competir al más alto nivel.

Morant, Bane, Smart, Adams, Aldama, Rose y una extensa lista de jugadores más han tenido que dar un paso al costado en un año en el que la franquicia de Memphis perseguía mantener el ritmo competitivo. La tremenda cantidad de nombres almenos sirvió para darle el lugar a jovenes como GG Jackson, quien impresionó y seguramente será bien considerado para la próxima campaña, salvando varios puntos del récord 20-50 del equipo.