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La temporada de South Carolina ha sido verdaderamente excepcional, con el equipo enfrentando cada desafío con determinación y habilidad. Con un récord perfecto de 37-0, las Gamecocks han dominado en cada aspecto del juego, mostrando una capacidad de recuperación impresionante y un espíritu de equipo inquebrantable.

En la dirección del equipo se encuentra Dawn Staley, una entrenadora con una larga historia de éxito tanto como jugadora como entrenadora. Su liderazgo y conocimiento del juego han sido fundamentales para el desarrollo y el éxito continuo del programa de baloncesto femenino de South Carolina. Dawn ganó el premio a la mejor jugadora universitaria en dos ocaciones y a la mejor entrenadora en 4, incluyendo el de este 2024.

En las temporadas anteriores, los Gamecocks han demostrado una consistencia notable, alcanzando el Final Four en cuatro ocasiones consecutivas. Esta racha de éxito es un testimonio del compromiso del equipo con la excelencia y la determinación de sus jugadoras. Una marcha insuperable que lleva a un récord de 109-3 en las últimas tres temporadas.

En la ofensiva, la distribución equitativa del puntaje entre las jugadoras ha sido una fortaleza clave, con cinco de ellas anotando al menos en cifras dobles en más de 19 ocasiones esta temporada. En defensa, South Carolina ha sido igualmente dominante, manteniendo a sus oponentes bajo control y limitando sus oportunidades de anotar. La capacidad del equipo para mantener la presión sobre sus oponentes y obligarlos a cometer errores ha sido fundamental para su éxito.

La victoria en el Final Four sobre NC State, en la que las Gamecocks superaron a su oponente por un margen de 29-6 en el tercer cuarto, es un ejemplo perfecto de la determinación y la habilidad de este equipo. Con un margen de anotación promedio de alrededor de 30 puntos, South Carolina ha demostrado ser el equipo a vencer en esta temporada.

Entre las jugadoras destacadas del equipo se encuentra Ashlyn Watkins, quien se convirtió en la novena jugadora de la División I de mujeres en hundir durante un juego. Su presencia en la cancha ha sido una fuerza impulsora para el equipo, aportando tanto en la ofensiva como en la defensa.

Otra jugadora clave es Kamilla Cardoso, cuya habilidad para hacer jugadas decisivas en momentos críticos ha sido fundamental para el éxito de los Gamecocks. Su capacidad para mantener la compostura bajo presión y su habilidad para anotar en situaciones difíciles la han convertido en una pieza clave en el arsenal de South Carolina.

Ahora, con solo un juego más por delante en el campeonato nacional, los Gamecocks están decididas a completar su temporada perfecta y unirse a una élite selecta de equipos invictos (solo nueve) en la historia del baloncesto universitario femenino. Su enfrentamiento contra Iowa promete ser un emocionante y batir cifras de audiencias inédiatas.