NBA

Y el ídolo de Shaquille O’Neal era…

10:16 23/12/2021 | El exjugador era una figura excluyente en la universidad y mientras trataba de mejorar día a día, tenía un referente casi opuesto a su forma de jugar.

Shaquille O'Neal indicó a quien seguía antes de llegar a la NBA (Foto: Getty)

Potencia, rudeza, elasticidad, presencia, pueden ser cuatro características que definan el juego de Shaquille O’Neal a lo largo de su carrera. Desde la universidad que Shaq siempre jugó de ese modo, su portento físico no lo dejaba hacer mucho más, pero si trabajar sus movimientos para desmarcarse y luchar por los rebotes, como así también los movimientos de pies para trabajar de espaladas al aro.

Sin embargo a Shaq no le atraía ese tipo de jugadores o quizás sí, pero su devoción antes de llegar a la NBA era Patrick Ewing en su puesto. El legendario pivote jamaiquino de los Knicks cautivó a la Gran Manzana desde su llegada en 1986 y fue uno de los precursores del tiro a distancia para los hombres grandes, además de ser un muy buen defensor e intimidante cerca de su canasta con coberturas a tiempo para bloquear tiros o mismo cambiar trayectorias de los que se metían en la zona pintada.

Justamente la actitud de hombre malo en pos de amedrentar rivales fue lo que cautivó a ex Lakers: “Mi padre siempre me decía te haré como Bill Russell, Kareem Abdul Jabbar y Wilt Chamberlain. Cuando era joven salía a practicar esos movimientos de la vieja escuela, pero un día estaba viendo a Patrick Ewing en Georgetown, un tipo grande, mezquino y físico. Le dije a mi papá ‘quiero ser así’ y él respondió ‘Lo sé, por eso te puse a ver el juego’. Así que quería ser como Pat, fue el primer jugador que cuando jugué contra él me sentí intimidado”.

Lo de ser un tipo con presencia en la zona pintada, Shaquille lo tenía per sé, pero viendo a Pat pudo agregarle algunas cosas más, aunque su carisma siempre le jugó en contra para eso de ser un tipo malo, su sonrisa a flor de piel no lo dejó desarrollar ese papel muy bien. Y si la referencia es por el mid range de Pat, nada más alejado de eso, O’Neal nunca pudo dominar esa área y hasta quizás no lo haya intentado, demasiado tiempo le llevaba entrenar los tiros libres, el karma de su prolífica carrera que terminó con cuatro títulos.

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