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Adrian Dantley nació en Washington DC en 1956 y se convirtió en uno de los mejores aleros de la década del ‘80 en la NBA. Era un jugador de 1.96 m con mucha técnica que se destacaba por su capacidad ofensiva en la pintura, aún sin poseer demasiada capacidad atlética ni un gran físico.

Leía tan bien a sus rivales y buscaba tanto la penetración al aro que llegó a promediar 8.7 tiros libres por partido, con un acierto del 81.8%. De hecho, ostenta junto a Wilt Chamberlain el récord de tiros libres anotados en un partido, con 28 en enero de 1984 ante Houston Rockets.

Dantley tenía un característico ritual que luego fue copiado por otros jugadores: miraba a la canasta, se limpiaba el sudor de ambas cejas, se tocaba la cara, rebotaba el balón, flexionaba las rodillas, giraba el balón, volvía a flexionar sus rodillas, resoplaba y, por fin, lanzaba.

Su larga rutina llegaba a demorar hasta 14 segundos y una vez fue penalizado (cuando el reglamento situaba el límite en 10). Sin embargo, el gran éxito que tenía en los tiros libres hizo que varios jugadores lo imitaran y hasta realizaran exactamente los mismos movimientos.

El exalero fue elegido en el primer puesto del Draft de 1976 por los Buffalo Braves, y en su campaña como novato promedió 20 puntos y 7.5 rebotes por partido, lo que le permitió ser elegido como rookie del año.

Tres años después llegaría su gran oportunidad en Utah Jazz se convertiría en el jugador franquicia del equipo antes de la llegada de Stockton y Malone. Entre 1980 y 1984 sumaría cuatro temporadas por encima de los 30 puntos por partido, liderando la tabla de anotadores de la liga en 1981 (30.7 puntos de promedio) y en 1984 (30.6 puntos de promedio).

Tras dejar Salt Lake City en 1986, no logró salir campeón con Detroit Pistons, con los que cayó en la final de la Conferencia Este contra Boston Celtics en su primer año y en las Finales de la NBA ante Los Ángeles Lakers.

Dantley terminó su carrera con 6 presencias en el All Star, dos veces integrante del Mejor Quintero, Máximo Anotador de la NBA en dos temporadas y Miembro del Salón de la Fama. Sin embargo, su nombre no es tan conocido y es uno de los jugadores más infravalorados de la historia de la liga.