Informe

¿Por qué odiaba tanto Jordan a los Pistons?

09:14 16/07/2020 | Si bien es cierto que el equipo de Detroit lo trató muy mal durante varios años, el punto central de su odio no tuvo que ver con eso.

El momento en el que Laimbeer y Thomas pasan frente a Jordan sin saludar (captura TV)

The Last Dance reflejó como nadie todo lo que ocurrió alrededor de Michael Jordan en su carrera con los Bulls y, sobre todo, le dedicó una buena cantidad de minutos a su especial relación con Detroit Pistons, el equipo que lo amargó durante varios años. 

En sus inicios, los Bulls no eran un enemigo importante de Detroit, luego Jordan se lesionó y en el retorno para la temporada 1986/87, los Celtics los limpiaron 3-0 en la primera ronda de los playoffs. La historia de la rivalidad con Detroit empezó en 1988. 

Fue la primera vez que MJ tuvo que toparse contra Detroit en playoffs, y eso ocurrió en la segunda ronda de ese 1988. En la primera, MJ había hecho un destrozo contra Cleveland, en la primera serie de su carrera ganada. Promedió 45.2 puntos por juego y no hubo forma de pararlo. Los Pistons, en cambio, estaban preparados. 

Jordan les había dado un indicio de lo que podía hacer un mes antes, en abril, al anotarles 59 puntos en un partido de serie regular. Se dice que ese día se decidió implementar las Jordan Rules, reglas que tenían algunos puntos bien claros: había que golpear mucho a Jordan, antes de que intentara saltar. Que anduviera por el suelo todo lo posible por las faltas duras que le iban a hacer. 

El resultado fue inobjetable. De los 45.2 puntos en 5 juegos ante Cleveland, pasó a 27.2 contra los Pistons, y Detroit ganó la serie 4-1. Al año siguiente, otra vez contra los Pistons, pero en la final del Este. Nuevamente MJ venía con el espíritu endiablado: 38.8 puntos en la serie ante Cleveland y 35.3 contra los Knicks en la segunda. Esta vez llevó a los Pistons a seis juegos, pero no alcanzó y su media bajó a 29.7. Iba mejorando. 

En 1990, una vez más, con lógica, hubo cruce Bulls-Pistons. Otra vez en la final del Este. Otra vez tras dos rondas en las que Jordan había estado intratable (36.8 vs Milwaukee, 43.0 vs Philadelphia). Esta vez se le tenía que dar. Y estuvo al borde. Detroit ganó en 7 juegos, Jordan promedió 32.1 y estaba claro que los Pistons ya no tenían las mismas armas contra él. Igualmente, MJ siempre aceptó la derrota, pese a los golpes. 

Y llegó 1991. Era el momento. Y lo fue. Chicago no solo venció a Detroit en la final del Este, sino que lo barrió 4-0. Y aquí viene el punto central del odio de Jordan. En los últimos minutos del partido 4, con el resultado y la serie definidos, los Pistons más representativos empezaron a hacer su show de despedida. Eran bicampeones de la NBA, recordemos. Y estaban en su cancha. The Palace of Auburn Hills, demolido hace unos pocos días.

De a uno fueron saliendo del campo y Laimbeer los iba recibiendo. Thomas, Aguirre, Rodman, Dumars...todos los importantes. Pero lo peor fue restando 7s9, cuando el juego se detuvo por un tiempo muerto y todos ellos salieron pasando por delante del banco de Chicago (donde ya estaba Jordan desde hacía unos minutos), esquivando la situación de saludar a sus vencedores. 

Es increíble cómo Thomas casi choca a Jackson y a otros Bulls, pasa a medio metro de Jordan y ni lo mira. Esa situación fue intolerable para MJ. Jamás se las perdonó. Hasta ese momento, se bancaba los golpes y las derrotas. Pero que Detroit no haya aceptado ser vencidos por Chicago fue algo que le quedó atravesado para siempre. Y que marcó también al grupo duro de Detroit (Thomas, Laimbeer, Dumars), para el resto de sus carreras.

 

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