NCAA 2017/18

Arens: “En Argentina es bastante difícil jugar y estudiar al mismo tiempo”

09:25 19/06/2017 | Facundo Arens tomó una decisión difícil, pero que será sin dudas muy fructífera: estudiará en la Universidad Hartford, en Estados Unidos.

Esta temporada integró el plantel campeón de Bahía Basket en la LDD (foto: La Liga Contenidos)

Facundo Arens es un adolescente que se sale de la media. Su forma de pensar y de expresarse está muy por encima de sus jóvenes 19 años y por esta razón no es una sorpresa que haya decidido seguir su carrera en la Universidad de Hartford, en Connecticut, Estados Unidos. Allí podrá complementar el básquet y el estudio, algo que en nuestro país lamentablemente es muy difícil de lograr.

Daniel Allende fue quien inició la llama en el interior de Facundo, sueño que se convirtió en realidad luego de un gran esfuerzo y de haber superado frustraciones en el camino. En dos semanas viajará a Hartford para conocer el campus, los entrenadores y la ciudad. Será un momento agridulce, porque podrá continuar con su sueño, pero para ello deberá alejarse de sus seres queridos.

La familia es muy importante en la vida de Facu Arens y le han inculcado los valores que pregona: “Ellos siempre quisieron que yo siguiera mi carrera deportiva, pero que a la vez estudie”. En Hartford encontró esa dualidad, ya que podrá estudiar fisioterapia y al mismo tiempo formará parte de los Hartford Hawks, equipo de la Division I de la Conferencia American East. Antes de embarcarse en su sueño, este chico que tiene una forma de pensar particular, dialogó con Básquet Plus.

 

- ¿Cómo fue el ese proceso de decisión de estudiar en los Estados Unidos? Imagino que habrá estado mucho tiempo en tu cabeza antes de ejecutarse.

- Fue un poco difícil porque en realidad, el argentino en sí, no está acostumbrado a irse a Estados Unidos para estudiar. Si bien hay diferentes casos, no es común. Pero bueno, Daniel Allende hace ya unos cuatro años, cuando estaba en Olimpo, me dijo que estaba esta posibilidad, que él había estado mirando algunas universidades, tenía amigos chilenos que habían viajado a Estados Unidos y que la idea de estudiar y jugar estaba muy buena. Así que desde ese momento empecé como a pensarlo. Luego, hablándolo con mis viejos, también pensaron que era una buena idea y ya desde los 16-17 años tenía esa idea de irme a estudiar. No era muy concreto en sí, pero la idea estaba.

 

- Vos mismo lo dijiste, estás fuera del promedio. ¿Alguna vez te pusiste a pensar el por qué?

- Mis viejos siempre me inculcaron la idea de estudiar y jugar. Ellos siempre quisieron que yo siguiera mi carrera deportiva, pero que a la vez estudie. Así, en el caso de que me llegue a pasar algo deportivamente, o por X razón, tengo como un plan B. Acá en Argentina es bastante difícil; por ejemplo en la UNS (Universidad Nacional del Sur) de Bahía Blanca, tenés que cursar a la mañana y también a la mañana entrenás. Entonces como que no está organizado el sistema.

En contrapartida, allá en Estados Unidos te levantás, entrenás, vas a cursar, tenés que volver a entrenar. Está todo como programado. Si no, la otra posibilidad que tenés en Argentina es estudiar a distancia, pero es más complicado. La idea principal era poder hacer las dos cosas a la vez.

 

- ¿Qué vas a estudiar?

- Voy a estudiar fisioterapia.

 

- ¿Cuándo viajas para allá y qué conocés de la universidad y de la ciudad en sí?

- Viajo aproximadamente en dos semanas. Voy por tres días para conocer la Universidad, hablar con los entrenadores y conocer la ciudad. Después me iría definitivamente en agosto por nueve meses. Tras ese tiempo vuelvo a Argentina.

Estuve averiguando todo, vi fotos, hablé mucho con Pepe Sánchez. Él me comentaba que jugó contra esta Universidad y que allá hacía muchísimo frío, por lo que está todo calefaccionado. Es una Universidad muy grande, de 17 mil estudiantes, 500 de los cuales son extranjeros. Además el campus es enorme, durante el primer año voy a vivir ahí.

 

- Va a ser una gran experiencia…

- Sí, yo trato de disfrutar el momento. Por ahí estoy ansioso, de querer ir y conocer todo. Pero a la vez trato de estar tranquilo y de aprovechar los momentos con mis amigos, con mi familia, que ya en un mes y medio me voy.

 

- Pepe Sánchez pasó por el mismo proceso que el tuyo. ¿Te dio algún consejo o sugerencia, además de la anécdota que me contaste?

- Hablé mucho con él y también con Jamaal Levy, que también estuvo en una Universidad (Wake Forest). Pepe me dijo que durante el primer año iba a ser difícil, hasta que me acostumbre con el idioma, con el levantarme a entrenar todos los días, con el tener un nivel de exigencia tanto en el básquet como en el estudio. Pero una vez que me acostumbrase a ese ritmo, el segundo, tercer y cuarto año los iba a disfrutar, porque ya te acostumbrás y es un día a día constante. Entonces lo vas adquiriendo y la vas pasando bien.

 

- ¿Te planteaste alguna expectativa u objetivo o es muy prematuro?

- Yo creo que pensar en el futuro, ahora, no sé si es el camino correcto. Yo me tengo que ir a sentar, con el estudio, en los entrenamientos, con el idioma. Luego, dependiendo cómo me vaya en el primer año, ir ganándome minutos de a poco, ir pensando un poquito más lejos. Pero por ahora estoy bien, estoy tranquilo, no me quiero desesperar.

 

- ¿Qué porcentaje de importancia le das al estudio y cuanto al básquet?

- Creo que un 60-40, más al básquet. Debería ser un 50-50, pero no te voy a mentir. Allá te exigen mucho en lo académico también: si no te va bien en la Universidad, te pueden suspender para los partidos.

 

- ¿Cómo venís con el inglés?

Hace un año y medio terminé el colegio y no iba a particular. Estudiaba con mis amigos o me las arreglaba solo; he ido a particular, pero muy poco, para aprobar, para zafar en la escuela. Cuando terminé el colegio, con la posibilidad de irme a Estados Unidos, me tenía que poner las pilas. Desde enero hasta junio de 2016, que fue cuando rendí el examen, me esforcé y tuve que hacer como plan rápido para abarcar todos los temas. Fue bastante complicado, no te digo que arranqué por los colores, pero más o menos.

El año pasado había rendido y me saqué 810 cuando las Universidades por lo general te piden 860. Estuve ahí, a muy poquito, pero igualmente no llegué. Desde que terminé el examen estuve como dos meses sin ir a inglés porque me dije ‘ya está, para qué quiero’. Después, hablando con Pepe Sánchez, me dijo que estaba la posibilidad de vuelta, entonces me puse a estudiar y este año me saqué 1150.

 

- ¿Cómo sobrepasaste esa frustración inicial?

- Estudiando, no queda otra. En realidad el año pasado fui con una base más de inglés que de matemática, cuando el examen tenía esos dos ejes. Este año me preparé bien en las dos, quizás con un poco menos de tiempo, pero sí con una mejor base porque con el inglés ya venía estudiando. Fue eso, estudiar y ponerme las pilas.

 

- Más allá del campeonato con Bahía Basket en el LDD, que quizás no es lo más importante en esta etapa, ¿qué es lo que mejoraste en tu juego y qué es en tu opinión lo que te falta mejorar?

- En Bahía Basket se trabaja mucho el día a día, no importa si jugás al día siguiente o lo hiciste el día anterior.  Vas a entrenar y hay que entrenar al 100 por ciento. Creo que eso te mejora en todos los aspectos, no solo el deportivo sino también humano. Eso Bahía Basket te lo inculca bastante. Pero a simple vista lo primero que tengo que mejorar es el físico, después ser más regular con el tiro y mejorar el dribbling. Esas son las tres cosas más puntuales.

 

- ¿Creés que fue la decisión correcta haberte ido de Olimpo y dejar un lugar en el que estabas cómodo?

- Yo me podría haber quedado en Olimpo y seguir teniendo minutos en el TNA. Quizás a la larga hubiera tenido más minutos y ser un jugador más importante en el club, pero estaba en una zona de confort y quería salir de ahí porque quería entrenarme más. No me importaba si iba a jugar o no, mi idea era entrenarme para obviamente mejorar. No me arrepiento de haber tomado la decisión porque me fue muy bien. Irme de Olimpo me costó, no voy a mentirte, porque es el club de toda la vida. Hubo gente que quizás no entendió las razones por las que me fui, de dejar el TNA para ir a jugar una LDD que quizás no es una liga profesional, por así decirlo. Pero la verdad no me arrepiento, porque me sirvió mucho para darme cuenta de diferentes cosas y más que nada para entrenarme día a día, que es lo que yo quería. 

 

Juan Martín Orellano / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @JuanmaOre22

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