NBA

Dominio total: el insólito récord al que apunta LeBron James

09:20 13/10/2020 | El Rey va camino a superar la barrera de los 40 mil puntos, las 10 mil asistencias y los 10 mil rebotes, algo que nadie ha logrado en la historia de la liga.

Foto: Getty Images

LeBron James no tiene que probarle nada a nadie: a diferencia de lo que algunos detractores creen, el legado de la actual estrella de Los Ángeles Lakers se mantendrá inalterable y ya era el mejor ejemplo del éxito en el deporte incluso antes de la reciente consagración en las Finales NBA de 2020. Sin embargo, el Rey sigue su camino. No por acumular logros, sino por su amor al juego. Aunque, en ese trayecto, las marcas terminan por sumarse. Una de ellas emerge como la más insólita de todas.

En la actualidad, James se exhibe como el único jugador que supera los 30.000 puntos, las 9.000 asistencias y los 9.000 rebotes a lo largo de su carrera. Es un club tan exclusivo que, incluso, ni siquiera nadie ha podido sumarse al 30.000/8.000/8.000. Dicho registro habla de su básquet completo, de su capacidad para impactar de lleno en todos los aspectos del juego. No obstante, va por otro logro: sobrepasar la barrera de los 40 mil puntos, las 10 mil asistencias y los 10 mil rebotes.

¿Puede lograrlo? Supondría mantener una vigencia que pocos han sido capaces de sostener. Pero, con la certeza de que en su año diecisiete en la liga ha sido el MVP Finals y la razón por la que los angelinos han vuelto a lograr un campeonato, resulta imposible decir que no: actualmente, el alero acumula 34.241 puntos, 9.346 pases gol y 9.405 recobres. Y sólo en temporada regular: si se tienen en cuenta los playoffs y se suman todas sus cifras, ya ha cortado ese listón.

Detrás de una estadística abultada como pocas, se esconde una verdad que algunos no quieren ver: LeBron James, quien en lo que va de su trayectoria en la competencia estadounidense promedia 27,1 puntos, 7,4 asistencias y 7,4 rebotes por partido, es probablemente el jugador más completo que haya pisado una cancha de básquet. Los números hablan por sí solos, pero basta con presenciar una noche en la que el Rey salga a pista para entenderlo.

 

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