Juegos Olímpicos de Río 2016

Ginóbili y una de las lecciones más grandes de su carrera

16:36 08/09/2020 | Argentina venía de perder ante Lituania 81-73 en el Grupo B de los Juegos Olímpicos de Río 2016. Manu dejó una reflexión luego del juego.

Ginóbili ante Lituania (Foto: CABB)

¿El escenario? Los Juegos Olímpicos de Río 2016. ¿El rival? La siempre complicada y poderosa Lituania. ¿Los primeros tres cuartos? Muy duros. Los últimos diez minutos tampoco pintaban para nada bien y los europeos se apoyaron en Mindaugas Kuzminkas para volver a sacar 10 puntos de diferencia en un abrir y cerrar de ojos. 

 

Justo en ese instante el corazón argentino empezó a latir con más fuerza y con el alma robándose el escenario, los nacionales metieron un parcial de 12-0 para volver a ponerse en jaque en el tablero electrónico (61-59).

 

"Vamos vamos Argentina, vamos vamos a ganar”, gritaban los hinchas de la celeste y blanca que invadieron el Carioca Arena 1.  

 

A pesar del arranque de Argentina, los lituanos siguieron haciendo su juego y nunca dejaron que la brecha se achique. Primero sacaron siete (71-64) y luego desgastaron el reloj hasta que al sonar la campana de finalización la diferencia fue de ocho (81-73).  

 

Argentina estuvo cerca de lograr otra hazaña, pero la realidad fue que Lituania hizo mejor las cosas y el triunfo fue merecido. Luego del partido en el que los domésticos perdieron el invicto del Grupo B, Manu Ginóbili dejó una lección que resuena hasta el día de hoy.  

 

“Ellos jugaron siempre igual y nosotros nos enloquecimos en nuestro afán de ganarlo con coraje y todo eso. Y bueno, eso pasa habitualmente en nuestro país que pensamos que todo se gana con huevos. Y se gana jugando bien, después le tenés que agregar huevos y coraje. Por momentos creímos que lo podíamos ganar pechando y no alcanza. Hay que jugar bien también”, sentenció Manu. 

 

La enseñanza es para enmarcar y jamás olvidar. La cultura de la pasión está muy arraigada en el país, pero a veces no todo se soluciona con eso. Planificación, disciplina, ejecución y concentración, no hay otro secreto.  

 

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