NBA 2018/19

La escuela de los Balcanes: "Somos chicos de la guerra"

18:34 11/08/2018 | Disciplina y sacrificio son los lemas que expone el documental Something In The Water, resumido por Sports Illustrated de gran manera.

La ex-Yugoslavia (actualmente dividida en Bosnia, Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia) es la región europea más productiva en cuanto a su facultad para sacar nuevos talentos con el nivel para formar parte de la NBA. El dato del documental Something In The Water es elocuente: actualmente hay 16 jugadores de dicha zona, en una población de 21 millones de personas, lo que da un promedio de 1 jugador por cada 1.3 millones. En tanto, al analizar el resto de Europa, la media es de 1 jugador de NBA por cada 14.6 millones.

¿Por qué se da esta particularidad en la ex-Yugoslavia? Por la escuela de disciplina y sacrificio que se ha forjado a partir de los conflictos bélicos que han sufrido. "La gente yugoslava tiene más autodisciplina que ningún otro país tiene, porque somos chicos de la guerra. No nací durante la guerra, pero lo sentí porque mi padre estaba en el ejército y era responsable de 2.000 soldados. Cuando ves que la gente muere todo el tiempo, es natural luchar por todo e imprimirle emoción a todo. Tenemos un 'pequeño detalle' que nadie puede describir porque la horrible y terrible guerra nos hizo más fuertes", le explicó Musa a The Crossover, el bosnio que fue elegido en el puesto 29 del último Draft. 

Él, junto con Luka Doncic, serán los dos nuevos exponentes del básquet balcánico en la próxima edición de la NBA y tienen un futuro sumamente prometedor. Musa dejó su casa a los 11 años para crecer en su carrera deportiva, mientras que Luka hizo lo propio a los 13. Siguen siendo jóvenes, pero su sangre y su vida personal los hacen muchos más experimentados que la media. Otra gran virtud que existe en los Balcanes es el hecho de no olvidar nunca los orígenes ni a los que hicieron grande la región: Kukoc, Divac, Radja y sobre todo Drazen Petrovic. 

En el film Something In The Water, Doncic le regala al Museo de Petrovic una camiseta utilizada por él. En tanto, Musa es el encargado de dar el punto final, con una frase cargada de conceptos: "La estatua de Drazen lo dice todo: está pensando, con su cabeza mirando al suelo. La gente dice que así era todos los días. Vería la cancha y pensaría en cómo podría desarrollarse ese día. Era un hombre natural, estaba lleno de emociones. Cuando anotaba una canasta, era como si anotara un gol... Tenía tanto amor por el baloncesto. Él es un héroe. Esa es la única palabra".

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