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Es cierto, la selección argentina comenzó el Mundial Femenino con el pie izquierdo. La derrota 63-37 ante el siempre duro equipo turco significa un golpe duro, sobre todo por la falta de efectividad que tuvieron las Gigantes a lo largo de todo el partido, a un punto tal que culminaron el juego con un bajo 18.3 por ciento de campo (13/71). Sin embargo, no todo fue negativo para las dirigidas por Christian Santander, ya que pudieron establecer dos nuevas marcas para la selección en Mundiales, según informó la CABB.

Ambas tienen que ver con la agresividad con la que buscaron cada pelota dividida, tanto en el aro propio como en el contrario. Para ser más precisos, impusieron un nuevo récord en cuanto a los rebotes totales (46) y también en los estrictamente ofensivos (17, dejando bastante atrás la vieja marca de 13). Una de las principales artífices de este aspecto positivo fue Agostina Burani, quien bajó 8 rebotes en total frente a Turquía (2 ofensivos).

Además, Burani es la jugadora argentina con más rebotes defensivos (11) y totales (12) en un partido oficial de Las Gigantes. Este domingo el nivel de exigencia será mucho mayor en todos los sectores de la cancha, pero sobre todo en la zona interior, ya que Australia cuenta con un poderío físico enorme, con Liz Cambage como principal exponente.