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Luciano De Cecco recordó viejos tiempos con el básquetbol

14:51 22/09/2019 | El armador de la selección argentina de voley visitó el entrenamiento de El Tribuno, equipo del que su padre es parte, que se prepara para la temporada en el TFB.

De Cecco prueba al aro, como en los viejos tiempos (Prensa: El Tribuno)

Pasó la segunda semana de pretemporada y el verdolaga de la zona sur sigue trabajando para llegar de la mejor manera al inicio del Torneo Federal, el 18 de octubre. Los primeros días de práctica estuvo presente Luciano De Cecco, uno de los mejores armadores de vóley en el mundo. Su padre y toda la familia verdolaga, feliz.

El equipo del barrio pero también de toda una provincia, Tribuno Básquetbol (TBB), trabaja a diario entre la zona sur, donde tiene su fortaleza como el Complejo Nicolás Vitale del barrio El Tribuno, y el Estadio Delmi. Pasó la segunda semana de pretemporada y en los primeros días el TBB contó con una presencia de lujo. Uno de los mejores armadores del mundo en el universo del vóley, Luciano De Cecco, acompañó a su padre, Ricardo De Cecco, entrenador en jefe del equipo, y todos felices.

Se trata nada menos que de uno de los referentes del deporte mundial. Pese a ello, Luciano De Cecco anda por la vida como cualquier mortal.

La práctica dejó atrás la parte física en manos del profe Javier Gómez, es el padre del crack quien irrumpe en escena a cargo de la parte táctica. Mientras, por las puertas del Vitale ingresa él: miradas atónitas y bocas abiertas quedaron inmortalizadas por algunos segundos. Chicas y chicos que presenciaban el entrenamiento no podía creer lo que estaban viendo.

Luciano bajó las escaleras del Complejo y comenzó a saludar a quienes de a poco reaccionaban. Se acercó a su padre y también saludó al plantel. Mientras Ricardo De Cecco dialogaba con sus dirigidos, su hijo, jugador del Sir Safety Perugia, interceptó un balón y se puso a lanzar. Amante del deporte de la naranja, por lo general encesta más de lo que erra. Tras algunos lanzamientos, se apartó del rectángulo para quedarse cerca de la mesa de control. Observaba atento la práctica dirigida por su padre.

“Teniendo en cuenta que no nos vemos durante unos diez meses más o menos, cuando vuelve al país y no tiene que estar con la Selección Nacional tratamos de compartir, a veces los cuatro –integrantes de la familia De Cecco-. A veces pasa que estamos separados como en esta oportunidad que yo estaba en Salta y él se vino. Siempre que puede lo hace, visita a la abuela, la tía y a los familiares”, sostuvo el DT verdolaga y siguió: “Es poco tiempo pero algo compartimos. Recorremos lugares que él quiere, visita a algunos amigos y carga pilas. Le gusta mucho venir a Salta. En particular lo disfruto, son momentos donde estamos los dos solos y lo disfrutamos”.

Algunos de esos momentos en esta provincia, el DT y el jugador lo compartieron en una  cancha de básquet: el Vitale o el Delmi, en ambos escenarios el armador del Perugia expuso su destreza con la anaranjada. “Filmá este tiro porque después Campazzo no me cree”, tiró Luciano mientras se dirigía a la mitad de la cancha en el Delmi desde donde la americana voló y quemó las redes. “Vaaamooosssss…” gritó el armador de la Selección Argentina de Voley con los brazos en alto. Algunos metros más atrás su padre lo miraba feliz. Una nueva práctica arrancó y esta vez el armador administro la ansiedad desde un costado comiendo las populares “semillitas”.

Además de acompañar las prácticas del TBB, Luciano De Cecco dio algunas charlas. En el club de Gimnasia y Tiro, por ejemplo, el astro del vóley internacional fue escuchado por chicas y chicos del vóley albo. “Le gusta mucho compartir con los jóvenes y exteriorizar su experiencia y lo que sabe acerca del deporte de práctica, lo invitaron de varios lugares y pudo compartir porque es algo que le gusta hacer”, contó Ricardo. A pesar de ser un referente mundial disfruta mucho cada vez que interactúa con jóvenes deportistas.

“Lo disfruto cuando él está y después lo extraño cuando se va”. La frase podría pertenecer a cualquier padre de familia que tras despedir a su hijo estudiante se expresa emocionado por la distancia que deberá soportar hasta volver a verlo. En este caso, se trata de los De Cecco: Ricardo y Luciano, separados por el deporte, por la disciplina que eligieron amar como un padre ama a su hijo y viceversa.

Fuente: 
Prensa El Tribuno

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