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Nate Robinson debutó en la NBA en la temporada 2005/06 con los Knicks y completó diez temporadas ininterrumpidas en la NBA. Gracias a su enorme talento y fuerza de voluntad, no solo se sobrepuso a todos los malos presagios que existían sobre él debido a su condición física (mide 1.75 metros), sino que además logró hacerse un nombre en la liga más competitiva del mundo. No tiene anillos, pero siempre da show y ha conseguido adueñarse de tres Torneos de Volcadas (2006, 2009 y 2010), ese que se lleva a cabo en el entretiempo del Juego de las Estrellas.

Siempre se mostró alegre y con una personalidad risueña, pero durante su viaje en la NBA sufrió mucho, sobre todo en el aspecto emocional. Así lo confirmó el propio base en una extensa charla con Bleacher Report: "Nunca fui una persona negativa en mi vida, pero la NBA me generó mi depresión". No solo trabajó en el gimnasio, sino que además en el consultorio del psicológo, en donde tuvo que batallar para quitarse de encima una gran cantidad de cuestionamientos que se hacía sobre sí mismo, sobre sus decisioes, sobre Dios y demás.

Una de las personas que incidió de lleno en esa etapa oscura de Robinson fue Larry Brown, quien lo entrenó en los New York Knicks. El DT solía referirse diariamiente a él como "la pequeña mierda" y en una ocasión, en un momento de total saturación, el propio jugador entró llorando al destachó de Brown para que dejara de llamarlo así. ¿Cómo fue la respuesta del coach? Diez minutos más tarde, frente a todo el equipo, Brown volvió a llamar a Robinson "la pequeña mierda" y a su vez compartió que había llorado.

"En terapia estuve tratando de cambiar. Nadie supo nunca las luchas reales que tuve que afrontar para tratar de ser alguien que yo no era... eso fue lo más difícil en mi carrera. No fue el baloncesto, los entrenamientos, o mis hijos Pero lo más difícil en toda mi vida, de mis 34 años de existencia en la tierra, fue lidiar durante mis años en la NBA con tratar de ser alguien que los entrenadores de la NBA querían que sea".

En octubre de 2015 fue su último partido en la NBA y a partir de allí comenzó a vagar por ligas de diferentes países, tales como Israel, Venezuela o la propio G-League de los Estados Unidos. La cantidad total de partidos que cosechó Nate en la NBA asciende a 618 (11 puntos y 3 asistencias de promedio), pero pese a todo lo que tuvo que soportar, el armador quiere revancha: “Solo necesito una oportunidad”.