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Argentino falló sus primeros 8 lanzamientos y tardó 5 minutos en anotar sus primeros puntos y por eso se le facilitó el trámite a Obras, que sin hacer grandes cosas se escapó 9-0, aunque sin una imagen de solidez, que justamente se demostró cuando Argentino enfocó un poco la atención y dejó de cometer tantos errores. Jugó más interior con Crawford, forzó con Cangelosi y, pese a tener a Gadson afuera con 2 faltas (igual que ante San Lorenzo), se fue al descanso inicial con un digno 15-11 en contra.

Obras oponía a Brown, el único constante (8), dentro de una noche en donde Herrmann estaba desaparecido (2), los bases imprecisos y los internos irregulares. Solo Horner se mostró de a ratos confiable (flojo Leiva en su ingreso, como antes Bortolín), pero eso no alcanzó para frenar la hemorragia, que Argentino aprovechó siendo agresivo con el retornado Gadson y atrevido con el pibe Gastón García. Obras ya no estaba cómodo y se llevó la primera mitad apenas por 1: 31-30.

Obras siguió con enormes problemas ofensivos, porque Basabe le hizo una gran defensa a Herrmann y el resto se apiñó atrás, con Crawford de faro. El problema de Argentino es que tampoco encontraba vías de gol, algo que sí le pasó finalmente a los tacheros, primero con Horner, luego con una rachita del propio Herrmann y más tarde con Brown. Fue su primer momento de continuidad ofensiva, y eso le permitió sacar 9 (46-37), pero otra vez cayó en una minilaguna a esta altura del partido (como ante Boca y Gimnasia), y se fue a los 10 finales apenas 6 arriba (54-48).

El Fantasma se hizo presente en el Templo del Rock una vez más, cuando los tiros empezaron a salir torcidos y los de Argentino derechos. Más psicología que juego. Dos bombas de Cangelosi le dieron la ventaja a Argentino por primera vez, pero Obras capeaba el temporal con Horner, hasta que el norteamericano solo no pudo y Argentino metió dos ataques seguidos precisos que le dieron 5 de ventaja (62-67). El parcial era de 19-8 en el cuarto.

Argentino se envalentonó, pero cometió algunos errores imperdonables. Uno: soltar a Herrmann en un ataque clave del local, que terminó con triple del olímpico, y luego un par de tiros mal tomados, incómodos, cuando no era necesario. Igual la peleó hasta la última bola, pero ya en desventaja, y terminó perdiendo 77-71. Horner fue la figura excluyente del juego, con 25 puntos y 11 rebotes.