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En el 2015 el entrenador de Golden State y en su tiempo estrella de la NBA se realizó una operación de espalda. El resultado fue sumamente negativo, ya que por una mala maniobra provocó que líquido espinal se esparciera por su sistema, lo que le generó graves problemas relacionados con náuseas y dolores de cabeza. Parecían ser cosa del pasado, pero lamentablemente para Kerr esos síntomas volvieron y le impidieron estar presente en el Juego 3 de la primera ronda del Oeste ante los Blazers.

Vale recordar que el técnico estuvo ausente durante 43 partidos de la temporada regular 2015/16 por esta misma razón. Este antecedente deja la puerta abierta a que se pierda lo que resta de la postemporada, como él mismo dijo. A pesar de la "agonía", se mantiene firme en su puesto por lo que significa este equipo de los Warriors y por la buena relación que mantiene con Bob Myers, el Gerente General de la franquicia de Oakland. De haber estado en otro equipo, la situación hubiera sido otra.

Pese a sus dolores en la espalda y a las malas sensaciones en general, el entrenador confía en que podrá participar de las prácticas, así como también de las sesiones de video. Pero debido a la exigencia que conlleva estar en el banco de un equipo NBA a la hora de un partido, le dejará esa responsabilidad a Mike Brown, su asistente.