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El estado físico de Isaiah Thomas fue uno de los condicionantes en la transacción entre Cavaliers y Celtics, pero se terminó llevando a cabo gracias a que Boston cedió un poco más: para ser más específicos, envió un pick de segunda ronda del 2010 a los de Ohio, que se sumó al de primera ronda para el siguiente Draft, a Jae Crowder, Ante Zizic y el propio Thomas. De esa forma Irving llegó a la franquicia verde.

En un princpio resulta difícil determinar qué organización fue la más favorecida con este intercambio, pero con el transcurso de las horas y de los comentarios parece ser que Boston lo fue. La razón vuelve a ser la salud física de Isaiah Thomas, que sufrió una lesión de cadera en las últimas Finales del este y todavía se está recuperando. De hecho, estuvo muy cerca de ingresar al quirófano y todavía no ha vuelto a correr desde aquella etapa decisiva de playoffs.

El sitio The Athletic, ante esta situación, recurrió a la opinión autorizada de un especialista en problemas de cadera y sus conclusiones no fueron de lo más optimistas: teniendo en cuenta los problemas de Thomas, el base podría regresar en enero o incluso cerca de la fecha en la que se estará disputando el All Stars de Los Angeles (16 al 18 de febrero). Esta posibilidad iría en contra de la adaptación del jugador al equipo y a los nuevos sistemas, así como atrasaría los tiempos de creación de una buena química grupal dentro de la cancha. En definitiva, iría en contra de las chances de los Cavaliers.

Por lo pronto, el propio Isaiah se muestra muy convencido de que su proceso de recuperación está pronto a finalizar, tal como habían dicho los Celtics en el proceso de negociación (dijeron que podría volver para la pretemporada). El tiempo dirá cuando será el momento de su vuelta, así como si podrá cumplir su cometido de un contrato máximo para la temporada 2018/19.