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Michael Jordan fue el mejor jugador de la historia de la NBA. El astro se consagró seis veces campeón de la mejor liga del mundo con Chicago Bulls, 6 veces MVP de las Finales y 5 de la temporada regular. Además, obtuvo dos medallas de oro en Juegos Olímpicos con Estados Unidos.

Era prácticamente imparable y su mecánica de tiro parecía un poema, que le daba caricias al balón. Pero pocos saben cómo podía lograrlo y él mismo lo confesó durante una entrevista al periodista Gene Siskel hace algunos años.

“Tengo un pulgar alejado del dedo índice, esto me hace tener un mejor agarre sobre la pelota, esto me permite moverla hasta un cierto punto. Es como si tuviera un pincel en la mano, me permite crear” comentó Michael.

Luego, Jordan agregó: “Es algo distinto y raro de ver en el básquet. Julius Erving hacía eso. Si te fijas el pulgar de la mano de Erving está muy lejos de su dedo índice, lo cual le da un mejor agarre y una mejor apertura de la mano. Entonces puede agarrar el balón desde el pique y hacer lo que quiere”.

Además reconoció ser capaz de poder darse cuenta la calidad de sus lanzamientos apenas los tomaba y así lo explicaba: “Tengo dedos muy largos y puedo distinguir un tiro bueno de un tiro malo. Si el tiro sale desde estos 3 dedos (pulgar, índice y medio), es un buen tiro. Si sale de los otros dos, no será bueno y significa que algo falló en mi mecánica de tiro”.

Por último, bromeó sobre sus manos: “De la palma de mis manos salió mi nombre, las líneas de mis manos dibujan una “M” en ambas”.