Basquetplus.com

Que Steph Curry es la pieza indispensable de los Warriors es lo que todos saben. Pero estas tres derrotas ante Minnesota dejan en evidencia que su ausencia es mucho más que perder puntos en la mano y un tirador serial.

El juego atrayente de Curry hace que las defensas se abran y permitan que los demás encuentren espacios. Sin Steph, los Warriors han sufrido de una ofensiva estática, la peor en los últimos 3 juegos de todos los que juegan semifinales con 100 puntos de media. A su vez, son el equipo que menos tira de tres con 27.3 por juego y un bajísimo 32.9% de efectividad. Por otra parte, es de los equipos que más balones han perdido con 17 por juego en estos tres partidos.

En cuanto al reemplazo de los puntos propiamente dichos, Jonathan Kuminga ha aparecido con 18 puntos en el juego 2, 30 en el juego 3 y 23 en el juego 4. Sin embargo, el juego con el alero en cancha sufre en cuanto a la fluidez, pero también es un general donde el equipo de Steve Kerr perdió la posibilidad de correr el contragolpe y sufre en el ataque estacionado. Allí los Timberwolves disfrutan desde una defensa con Rudy Gobert en el eje de la pintura tapando huecos.

Pero también la falta de variantes en ofensiva llevó a ser muy controlado un disminuido Jimmy Butler, que en el juego 4 lanzó solo 9 veces al aro, el sexto en cantidad del equipo. Unos Warriors que necesitan si o si encontrar variantes y una forma más eficiente de disfrazar la ausencia de un Steph Curry indispensable, y que estos partidos lo dejaron cada vez más en claro.