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Michael Jordan sin dudas dominó la NBA con sus Bulls en la década de los 90. Pero su calidad como jugador no es la misma como dirigente, al contrario de lo que muchos podrían pensar.

Como ejecutivo tuvo pasos por Washington entre 2000 y 2001, cuando decidió volver a jugar esa campaña y la siguiente hasta su retiro definitivo, y en los antiguos Bobcats lo hizo entre 2006 hasta 2012, aunque desde entonces es dueño mayoritario de la franquicia actualmente conocida como los Hornets y tampoco le ha ido de la mejor manera.

Aquella primera experiencia en los Wizards estuvo marcada por la elección de Kwame Brown con el 1° pick del Draft del 2001. El pivote resultó ser un fracaso que llegó directo del secundario y por el que aún hoy lo critican a su Majestad. Recordemos que fue elegido luego Pau Gasol por Memphis.

Y sus selecciones en Charlotte no fueron mucho mejores. Basta con decir que en 2006 eligió a Adam Morrison en el tercer lugar, por encima de Brandon Roy o Rudy Gay, mientras que en 2012 se decidió por dar el segundo puesto de esa edición del Draft a Michael Kidd-Gilchrist, por encima de Damian Lillard o Bradley Beal. Poco más que decir de su criterio.

En retrospectiva, el único que terminó destacándose de sus elecciones fue Kemba Walker con la novena ubicación en 2011, aunque también tuvo estrellas mayores detrás como Klay Thompson o Kawhi Leonard.

Entre los traspasos podemos encontrar las llegadas de Jason Richardson a los Bobcats en la 2007-08, donde promedió 21.8 puntos, aunque luego fue cambiado al año siguiente, a cambio de Raja Bell y Boris Diaw. Ese mismo año mandó a Morrison y Shannon Brown a unos Lakers que fueron campeones con aportes desde el banco de ambos.

Otro cambio bueno fue la llegada de Tyson Chandler desde New Orleans por un Emeka Okafor que había sido estrella pero que ya había entrado en declive en la 2009-2010. Sin embargo, al año siguiente Chandler fue campeón en Dallas y Charlotte recibió muy poco a cambio.

En ese tiempo tampoco pudo elegir grandes agentes libres. Entre ellos está un Walter Herrmann que rindió pero no le dieron tiempo de juego suficiente y terminó traspasado a Detroit. Lo curioso es que firmó al propio Kwame Brown en la 2010-11 después de años donde fracasó estrepitosamente.

Luego de esto dejó el puesto, pero como dueño mayoritario tomó grandes decisiones. Entre ellas podemos contar las buenas como la elección de LaMelo Ball o la llegada de Gordon Hayward, aunque ya disminuido después de un paso accidentado por Boston.

Sin embargo, en todo este tiempo llegó tres veces a playoffs y en esta campaña está casi descartada su presencia. Es más, nunca pasó primera ronda y solo ganó tres juegos en esas instancias decisivas en la 2015-16 ante Miami.