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Tras la sorpresiva salida de Tom Thibodeau el pasado 3 de junio —a días de haber llevado a los Knicks a su primera final del Este en 25 años—, la dirigencia de New York inició una búsqueda intensa, pero sin éxito, por un reemplazo de peso. El plan original fue ambicioso: ir a la carga por entrenadores ya empleados. Sin embargo, las negativas se acumularon en fila. Según reportó ESPN, franquicias como Minnesota, Houston, Dallas, Atlanta y Chicago rechazaron los pedidos de los Knicks para entrevistar a sus respectivos head coaches: Chris Finch, Ime Udoka, Jason Kidd, Quin Snyder y Billy Donovan. El resultado fue un sonoro "no" de cinco equipos distintos.

Ante los reiterados portazos, los Knicks cambiaron de estrategia. En lugar de insistir con técnicos bajo contrato, ahora avanzan con entrevistas a entrenadores recientemente despedidos. Según The Athletic, Taylor Jenkins —ex Memphis Grizzlies— y Mike Brown —ex Sacramento Kings— se reunirán con la franquicia neoyorquina la próxima semana y ya se perfilan como los principales candidatos para quedarse con el cargo. Jenkins tuvo un respetable ciclo de seis años en Memphis (250-214 de marca), aunque sólo avanzó una vez más allá de primera ronda en playoffs. Brown, en cambio, trae consigo una trayectoria más extensa: 11 temporadas como entrenador principal y un récord general de 454-304, incluyendo una final de NBA con Cleveland en 2007.

Desde la organización aseguran que no tienen apuro y que, al ser el único equipo con vacante en este momento, pueden tomarse el tiempo necesario para analizar todas las opciones. Incluso, se espera que en los próximos días comiencen a contactar asistentes de otras franquicias, ampliando aún más el espectro de búsqueda. Mientras tanto, las situaciones contractuales de Jason Kidd en Dallas y Billy Donovan en Chicago podrían destrabarse si no logran acuerdos de renovación con sus equipos actuales. En ese escenario, New York volvería a la carga. Por ahora, la ilusión del Madison Square Garden recae en dos técnicos sin trabajo, pero con experiencia suficiente para sostener un proyecto ambicioso en una plaza que espera volver al protagonismo sostenido.