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Rex Chapman, una carrera amargada por las lesiones

08:42 10/10/2022 | “The Boy Wonder” tuvo un excepcional paso por el secundario y la NCAA, llegó a la NBA con grandes expectativas, pero sus problemas de salud opacaron su carrera.

Rex Chapman, una carrera amargada por las lesiones

Rex Everett Chapman es uno de los tantos jugadores que llegaron a la NBA con una gran proyección, un futuro prometedor pero que nunca pudo cumplir esas expectativas. Si bien tuvo una larga carrera: fueron 12 temporadas en la mejor liga del mundo, estuvo muy lejos de ser lo deseado y lo esperado.

En sus años de adolescente, Rex fue una de las grandes figuras del secundario. Llegó a la universidad de Kentucky con todos los ojos puestos en él y no defraudó: marcó el mejor registro histórico de los Wildcast con 16 puntos por juego. Al año siguiente se muda a Cotton Nash y siguió mostrando su gran capacidad anotadora superando los 1000 tantos en la temporada.

Antes de la tercera temporada, se declara elegible para el draft de la NBA de 1988 y lo escoge el nuevo equipo: Charlotte Hornets, franquicia que estaba haciendo su estreno en la mejor liga del mundo. Rápidamente se convirtió en una de las grandes figuras del equipo, pese a su inexperiencia, el escolta terminó siendo el segundo máximo anotador y fue incluido en el segundo mejor quinteto de los rookies. El equipo tuvo un flojo registro.

En su segundo año con los Hornets comenzaron los problemas para Rex. Disputó solo 54 encuentros de la fase regular porque sufrió una fractura en su pierna derecha y debió alejarse de las canchas por un periodo prolongado. Pese a eso, volvió a ser el segundo máximo anotador del equipo y participó del concurso de volcadas del All Star Weekend por su gran capacidad de salto.

En la temporada 1990/91 comenzó su despedida de los Hornets. Rex recuperó su nivel, pudo jugar todo el año, siguió siendo figura y los fanáticos lo eligieron como el mejor jugador del equipo. Esta vez tuvo mejor suerte en el concurso de volcadas del All Star Weekend y finalizó en la tercera posición.

En la siguiente volvieron los problemas para Chapman: una lesión en el talón lo marginó de las canchas por un largo período, apenas alcanzó a jugar 22 encuentros con los Hornets que, a mediados de febrero, decidieron traspasarlo a Washington Bullets. Recién en el ocaso de la fase regular, pudo hacer su estreno con su nuevo equipo.

Su estadía en los Bullets fue hasta 1995 y estuvo repleta de lesiones. Un esguince en la rodilla y a un tirón en la espalda en la 92/93 lo dejaron afuera de las canchas por 19 encuentros; una lesión en el tobillo derecho y otra en la rodilla de la misma pierna lo marginaron 20 partidos en la 93/94. La siguiente fue la última y la más dura para Rex: primero se lesionó un dedo y tras volver, se resintió. Luego, ya recuperado de esa lesión, sufrió un tirón muscular y se despidió de la temporada con apenas 45 encuentros disputados. Pese a todos los contratiempos que tuvo, siempre fue capaz de mostrar su gran capacidad anotadora y tuvo destacadas actuaciones.

La 1995/96 la jugó en Miami Heat, su nuevo destino. Pero su arribo no fue el mejor: se le inflamó el tendón de Aquiles, debieron operarlo y se perdió los primeros 26 partidos del equipo. Cuando pudo jugar, se acopló muy bien a sus nuevos compañeros y fue la segunda vía principal del gol detrás de Alonzo Mourning.

Miami lo despidió y Phoenix Suns lo contrató como agente libre, previo al inicio de la temporada 1996/97. Fue su última experiencia, estuvo cuatro temporadas en la franquicia hasta que decidió retirarse tras finalizar la 1999/2000. Tuvo grandes actuaciones, pero, como en toda su carrera, las lesiones marcaron su paso: desde una fractura en el dedo índice de su mano derecha el primer año, varias lesiones menores en el segundo y tercer año, hasta una apendicitis en la cuarta temporada, lo cual empujaron a que tomara la decisión de retirarse.

Fueron 12 temporadas en cuatro equipos distintos. Jugó poco más de 660 partidos y terminó con un promedio de 14.6 puntos, solo en su último año estuvo por debajo de los 10 tantos de media por juego.

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