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Boca cambió de un año a otro y para bien. La llegada de Nicolás De Los Santos y Leonel Schattmann le dieron al equipo una forma de juego que funciona de gran manera. Además, Gonzalo García está logrando que puedan sacar adelante partidos cerrados y complicados. A su vez, la potencia física dentro de la pintura de Tavario Miller, uno de los mejores extranjeros en la actualidad, le da a los de azul y oro otra faceta de juego. Prohibido olvidar a Adrián Boccia, que es el segundo jugador con más puntos por partido (12.9) por detrás de Schattmann.

Si bien no es el que mejor ataca ni el que mejor defiende, se encuentra sexto en la tabla de puntos convertidos, con 79.7, y es el quinto equipo que menos recibe, con 74.9. Con el apoyo de Martín Leiva, Federico Aguerre y el extranjero Tonny Trocha, son un equipo que domina en la zona defensiva promediando 4 tapones por partido solo por detrás de Quimsa, que tiene a Bryan Carabalí como amo y señor de las tapas. Todos son buenos números. ¿Cuál es el problema entonces?  Boca es el quinto equipo con más perdidas con 14.5 en promedio. Una gran cantidad si vemos que los que le siguen son La Unión de Formosa, Bahía Basket, Peñarol y San Martín de Corrientes. Dos del fondo de la tabla, uno del medio y otro que pelea arriba.

Tal vez la poca profundidad ofensiva desde el banco de los suplentes (20.8 puntos, la segunda peor marca) sea el punto a mejorar si quieren llegar a lo más alto. Igualmente, de la mano de sus figuras y con casi medio torneo por delante, van por buen camino.