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El idilio mutuo entre Damian Lillard y Portland Trail Blazers que ya se puede dejar de pensar en una postura para la prensa del base en relación a lo que siente por una franquicia, donde cuyo mercado es poco atractivo y a decir verdad, los títulos escasean y la chance de ser candidatos en el Oeste generalmente son pocas.

De las últimas 17 temporadas, Portland estuvo en playoffs en 14 de ellas, nada mal para ponerle a la franquicia el mote de competitiva. Pero la realidad es que son un equipo que de pelea, pero del cual no se espera más que una primera o a lo sumo segunda ronda de playoffs.

Las finales de las 2018/19 es su mejor registro tras las finales de Conferencia de 99 y 00 y a partir de ahí un desmoronamiento que no se convirtió en reconstrucción porque Damian Lillard no quiso irse. Su misión es seguir intentándolo en su franquicia, aquella que le dio la chance de pisar la NBA desde el 2012 y en la cual desea fervientemente quedarse con un título.

“Quiero ganar como Trail Blazer”, afirmó y luego explicó: “Quiero ganar un campeonato donde estoy. No creo que sentiría la misma alegría y felicidad si lo hiciera en otro lugar. Sin dudas que sería feliz y sería como cumplir una meta. Pero sé cómo lo quiero y quiero que sea en Portland”.

¿Es acaso un idealista? ¿Un loco que niega la realidad de la dificultad de ganar con muchos menos apoyo que otras franquicias,  por caso Golden State, Boston, Philadelphia, Phoenix, Clippers o mismo los Lakers si se enchufan? A partir del 19 de octubre comenzará a desandandarse su décima  temporada en la NBA y en lo que será su vuelta tras una dura lesión, motivación no le va a faltar y a juzgar por sus palabras, soñar en grande tampoco.