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El Real Madrid se enfrentaba al Fenerbahce en la final de la Euroliga en 2018, el partido más importante de Luka Doncic, que entonces tenía 19 años. Horas antes del encuentro, dormía "como un bebé" como si fuera a jugar con sus amigos más tarde ese día. “El chico era especial. Te lo estoy diciendo" narró Fabien Causeur, su compañero de habitación en esa final, incrédulo por la sangre fría de la sensación europea a su lado.

Si la gente, analistas y todos aquellos que miran a Luka Doncic jugar no paran de hablar sobre su estatus de superestrella, Causeur vio su potencial cuando aún era un adolescente. Y fue testigo de cómo Doncic podía soportar la presión incluso a su corta edad. Al enfrentarse a la prueba más grande de su joven carrera, Luka lo estaba haciendo como si fuera cualquier otro día.

“Antes de la final, yo no podía dormir. Eran las 2:00 de la noche y no podía dormir. Pero Luka estaba durmiendo todo el tiempo. Estaba roncando de lado como si no hubiera presión en absoluto. Para él, era un juego más" contaba el francés.

Doncic aportó 15 puntos, 4 asistencias y 3 rebotes en ese partido. También fue nombrado MVP de la temporada de la Euroliga y de la Final Four, el más joven en hacerlo. El niño prodigio esloveno no tenía ni 20 años, jugaba contra hombres adultos y era el jugador más destacado de la cancha. La NBA lo esperaba, y si bien ni siquiera el mismo Doncic se esperaba todos estos logros, la realidad es que ha stado a la altura de los más grandes en la historia en apenas 4 temporadas, algo que Causeur advirtió incluso antes de que pusiera pie en los Estados Unidos.