NBA

Conoce a los compañeros de Campazzo: Monte Morris, humildad y producción desde la banca

15:30 28/01/2021 | En Básquet Plus repasamos la historia de Monte Morris, el armador suplente de los Nuggets, uno de los que revoluciona desde la segunda unidad junto al base argentino.

Monte Morris un sustituto productivo en los Nuggets (Foto: Getty)

“Podía estar en casa y escuchar disparos. Solo esperas que no sea un ser querido”, esta frase fue acuñada por Monte Morris, el base reserva de los Denver Nuggets sobre su infancia y adolescencia en Flint, la ciudad que el propio jugador la reconoce como “La Jungla”.

Flint es una ciudad sitiada por la delincuencia y a diario sufren el flagelo marginal de los disparos, asesinatos y robos, algo no tan distinto a lo que se puede llegar a vivir en algunos lugares de la Capital Federal o el conurbano de Buenos Aires. Y como respuesta a esto, para aquellos que nacen y crecen en esos sitios, la escapatoria a ese mundo hostil es, además de una buena educación, el deporte donde pueden refugiarse y soñar con salir de ese ambiente. Monte Morris tomó esto al pie de la letra, se aferró mucho a su madre Letonia, quien fue su apoyo en todo la adolescencia para enfocarse en su objetivo sin caer en la tentación del mundo del crimen a la orden del día en su ciudad.

“Éramos solo ella y yo creciendo, no tenía papá cerca, así que tuve que aprender mucho de mi mamá. Ella siempre me dejaba ser Monte, nunca me obligó a hacer nada, pero tenía una estructura. Tenía un horario para volver a casa, tenía que sacar siempre un A o B y esa contención para que no me salga de mi camino fue lo que nos mantuvo muy unidos, todo lo que hizo por mí se lo devolveré y le estaré agradecido eternamente”, esas fueron las palabras de Morris para describir la importancia de su mamá en su vida y una punta para poder entender la humildad con la que trabaja Monte cada día para mejorar en la NBA, sabiendo que cada dólar que le pagan por jugar es porque se lo ganó con esfuerzo.

De chico siempre fue un jugador destacado, pero un poco menospreciado. Las universidades grandes de su ciudad como la de Michigan o Michigan State no confiaron en su potencial como para darle una invitación, a pesar de haber sido galardonado con el premio Mr Basketball de Michigan en el 2012, una distinción que se le da al mejor jugador de último año del secundario de la ciudad.

Quienes sí vieron buen material para trabajar y lo reclutaron para que formara parte del proyecto fue la Universidad de Iowa State, donde Morris desarrolló muy bien su potencial y como lo es hoy en día, fue mejorando año a año (comenzó promediando 6.8 puntos y 3.7 asistencias el primer año y finalizó el ciclo universitario con 16.4 anotaciones y 6.2 asistencias) quedando a la espera de ser elegido en el  Draft del 2017.

El primer sueño americano del basquetbolista estadounidense es ser elegido en la gala del Draft, donde todo es pomposo y se cambian muchas realidades en esa noche, se deja de lado un estilo de vida austero a cambio de las luces de la NBA, aunque son pocos los que llegan como estrellas y la mayorías de los jugadores elegidos en la segunda ronda saben que deberán trabajar mucho y duro para tener su espacio y el número 51 de la lotería del 2017 lo sabía, Monte Morris puso en Denver su próximo objetivo.

Llegó a Colorado para sumarse a la Summer League del conjunto de los Nuggets a sabiendas que su contrato iba a estar repartido entre los Denver Nuggets y el equipo de la G-League, Río Grande Valley Vipers. En la temporada como rookie solo pudo disputar tres juegos con el equipo y pasó la mayoría del tiempo en el equipo de desarrollo.

En la segunda pudo, no solo garantizarse ser un miembro permanente de los Nuggets, sino que se ganó la confianza plena del coach Malone, quien los utilizó en los 82 partidos de la fase regular y Morris le respondió con 10.4 puntos y 3.2 asistencias viniendo desde la segunda unidad.

Insertarse en la NBA ya era un objetivo cumplido para el joven de Flint, ahora le tocaba ser determinante en la cancha para poder exigir afuera o al menos estar en posición de escuchar ofertas en la agencia libre, aunque mucho no tuvo pensar. Malone y la dirigencia elevaron su paga de 1.5 millones por un el último año que le quedaba, a renovarlo por tres más a cambio de 27 millones, una locura impensada para toda la realidad que vivió durante sus años de adolescencia.

Otro ejemplo de perseverancia que triunfa en el deporte, Monte Morris demostró que estar centrado en los objetivos, tener en claro a que se apunta te lleva a empujar tus propios límites. Si se cuenta con esfuerzo y humildad, alcanzar los objetivos es cuestión de tiempo y para eso da igual el lugar del mapa en el que hayas nacido.

Mauro Osores / [email protected]
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