NBA

Gilbert Arenas, un rookie en bancarrota desde el vamos

23:05 25/12/2021 | El Agente Cero es un personaje muy especial, de esos que abundan en la NBA; y si bien se pudo reponer, en su primer año tuvo que cuidar el dólar a más no poder.

Gilbert Arenas pasó duro momentos en su año rookie en Golden State (Foto: Getty)

Los deportistas que llegan a ser profesionales, muchas veces no están preparados y en Estados Unidos esa cuestión también se da, a pesar de que hayan ido a universidades. Algunos no completan los cuatro años, otros salen antes y en muchos casos, con tal de que jueguen no se les exige tanto a nivel académico.

Arenas estuvo dos años en Arizona jugando la NCAA y luego de terminar la segunda temporada se presentó al draft sabiendo que sus condiciones eran NBA (promediaba 16.2 puntos y 2.3 asistencias) y que su elección se vaticinaba en primera ronda y puestos altos. En aquella lotería del 2001, Kwame Brown, Tyson Chandler y Pau Gasol se quedaron con los puestos uno, dos y tres, mientras que Gilbert seguía en la dulce espera. La misma se estiró hasta pasada la segunda ronda, cuando en el puesto 31, los Warriors se hicieron con sus derechos, siendo una decepción mayúscula para el protagonista, quien con poco tino y mucha de inconsciencia había gastado a cuenta de lo que ganaría por ser una joven estrella en la NBA.

Su gastó antes de llegar a la NBA, fue tal que tuvo que sobrevivir durante su primer año con un presupuesto de 500 dólares mensuales, cuando el sueldo de un rookie en aquel entonces era de 845.000 dólares al año. En una charla con VladTV, el ex Wizards reveló que había gastado su salario inicial antes de llegar a Oakland. “He estado jugando y entrenando toda una vida para estar aquí, y cuando llegas es un duro despertar. Ni siquiera estás cerca de lo que se esperaba, no eres lo suficiente bueno. Estás en un contrato de dos años, no tengo dinero y no fue para nada divertido, en algunos momentos llegué a desear ‘volver a la universidad’”

Las cosas no fueron como esperaba en esa primera experiencia y se tuvo que hacer fuerte de la cabeza para superar ese ‘dejar de lado’ que a veces sufren los rookies cuando no rinden. Su mal pasar económico fue tal que para ahorrar en la gasolina se quedaba a dormir en el mismísimo estadio de los Warriors, utilizando esto como una motivación para entrenar aún más y ver por dónde pasaba la cuestión para pertenecer a la NBA.

“Al comienzo de la temporada, no era lo suficientemente bueno para estar en esa cancha", dijo Arenas. "Entonces, esa ira, me impulsó a estar más tiempo en el gimnasio viendo durante horas y horas películas. Eso es lo que me puso en marcha". 

Ese poner en marcha lo hizo mejorar ostensiblemente de una temporada a otra (pasó de promediar de 10.8 puntos a 18.3) y con ello aparecieron los millones que esperaba obtener, aunque con el diario del lunes y episodio de las armas mediante, no le continuó dando un destino tan bueno a su dinero. Desde lo deportivo se hizo su nombre y Washington fue su casa, donde brilló hasta ser suspendido por 73 partidos y ver como su carrera comenzó a mancharse, terminando casi en fade con unos pasos improductivos por Orlando y Memphis.

No solo es básquet en los deportistas de alto rendimiento, entender cosas por fuera de la cancha también hacen a un todo y esa cuestión no todos la pueden aprobar sin la contención necesaria.

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