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El secreto por el cual Hakeen Olajuwon aprendió a jugar de frente al aro

12:45 03/02/2022 | El pivote nigeriano reveló el motivo por el cual nunca quiso ser un centro definido para su equipo y aprendió otras armas para ser peligroso en ataque

Hakeen Olajuwon, elegancia en su máxima expresión (Foto: Getty)

Hakeen Olajuwon tenía una calidad desbordada en todos sus movimientos, en el poste era un libro abierto en cuanto a movimientos de pies y cuando se trataba de pasar el balón tenía la visión de cancha de un perimetral. Sus años siendo un Rocket fueron por demás furtivos y coronados con dos anillos de campeón.

Sin embargo en su llegada al básquet el pivote contó como fueron sus primeros años y cómo quiso escarparse de ser considerado solo un hombre grande que debía estar en la pintura sí o sí. En una anécdota que contó para el sitio The Players Tribune rememoró los gritos de sus entrenadores en los campamentos antes de empezar la universidad: “El verano antes de comenzar la universidad, mis entrenadores me gritaban durante la práctica: '¡Hakeem, estás jugando de centro! ¡Quédate en la llave! No quería quedarme en la clave. Observé a los guardias y me inspiró su creatividad. La clave era aburrida”.

Sus movimientos de pies en el poste y su estilo integral para jugar fuer inspiración de muchos jóvenes de alta contextura que soñaban jugar al estilo de Hakeen tanto dentro como fuera de la pintura casi con la misma ductilidad. Sin embargo esto no lo consiguió de la noche a la mañana, sin esfuerzo y entrenamiento, siendo el propio Olajuwon quien recordó de sus inicios: “No me acerqué al baloncesto con ideas preconcebidas, cuando mi entrenador me dijo que jugara de centro, no sabía a qué se refería. Es decir podía nombrar las cinco posiciones, pero realmente no podía explicar la diferencia entre un centro y un alero”

Esa manera de querer entender para qué servía tal posición y conocer donde podía ser más útil al equipo, hizo de Hakeen un tipo ávido de aprender y de querer mejorar día a día. “Quería bailar dentro y fuera de la pintura, por toda la cancha. Veía a los guardias manejar el balón y dije ‘hombre, quiero hacer esas cosas’. Trabaje en mis fundamentos y en el lanzamiento a distancia, también en mis pases y juegos de pies. Sabía que si tenía un tipo más lento protegiéndome tenía que sacarlo de la pintura y así conseguir un tiro más fácil o podía encararlo y arriarlo hasta el aro. Si era más pequeño, entendía que adentro hacía la diferencia y la herramienta del movimiento de pies serviría.  Aprendí que del baloncesto tomas lo que te da la defensa y así pronto los entrenadores dejaron de decirme que tenía que quedarme en la llave”

Hakeen, The Dream, la inspiración que se hizo leyenda y brilló en una NBA donde los golpes eran moneda corriente, pero su estilo siempre fue la elegancia y la calidad.

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