Efemérides

El día que Dios se vistió de jugador de baloncesto... en la Liga Nacional

19:15 02/05/2021 | Un 2 de mayo de 1993 Andrew Moten rompió todos los paradigmas conocidos. No pudo evitar la derrota de Gimnasia, pero quedó en la historia.

Moten en aquel juego que se prendió fuego (Foto Diario Crónica de Comodoro)

Sangre, sudor y lágrimas. Sudor, lágrimas y sangre. Lágrimas, sudor y sangre. No importa el orden de las palabras, sino el desmadre generado, con un corazón alocado y un orgullo absurdamente inflado. Andrew Moten, un nombre que resonará para siempre en los pasillos de la Liga Nacional. Absolutamente dominante, 63 puntos en una noche en la que oficialmente estuvo encendido. Todo ocurrió un día como hoy en 1993. Bienvenidos al show, a su show. 

Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia se encontraba a un respiro de su primera final y ante GEPU se palpitaba una noche legendaria. En todas las esquinas de la ciudad del sur, los bares y las canchas no había otro tema de conversación. León Najnudel en el banco, Edgard Merchant, Andrew Moten, Sergio Aispurúa, Sebastián Uranga y Mark Landsberger (que supo ser dos veces campeón de la NBA con los Lakers). Imponente.

2-1 estaba la semifinal y un punto más en el Socios Fundadores era necesario para lograr el pase a la instancia decisiva. 
Gimnasia dominaba la serie semifinal ante GEPU por 2-1 y tenía la gran chance de abrochar el pase a la final en el Socios Fundadores, donde era casi imbatible.

Juan Espil y Esteban Pérez realizaron una especie de brujería en la previa al juego y aquella historia quedó empatada por la brillantez de la dupla que le permitió a GEPU sacar 23 de ventaja al final del primer tiempo (48-25).  

¿Y Moten? Apenas logró anotar 11 puntos (3/5 en triples y 1/1 en dobles). Todo cambió en la segunda mitad, donde aparecen los hombres y se esconden los niños. Dinamitó la pintura, atacó constantemente a los grandes, lanzó de tres y se despachó con la exorbitante suma de 52 puntos, anotando 2,6 tantos cada 60 segundos. 

2:31 restaban para el final del partido. 97-99 perdía Gimnasia. Lamentablemente, Espil y Pérez anotaron y lograron aguantar los golpes de los locales, quedándose con la victoria 113-109 y opacando la heroica noche de Moten.

Por si eso fuera poco, GEPU terminó eliminando a Gimnasia y consagrándose campeón en la final ante Atenas. 

Tampoco aquella marca de Moten nunca pudo superarse y esa noche Dios también se vistió de jugador de baloncesto. 
 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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