NBA

Lloyd Daniels, la leyenda urbana de New York

14:45 31/01/2021 | Lo presumían el próximo Magic Johnson, pero las adicciones lo llevaron por otro camino. Fue baleado, salvó su vida y jugó en la NBA, pero ya era demasiado tarde.

Lloyd Daniels, un crack que no fue

Kareem Abdul-Jabbar, el máximo goleador histórico de la NBA, es oriundo de New York, una ciudad que te puede atrapar y mostrarte todo lo bueno y lo malo a la vez si no estás preparado. Lloyd Daniels es una leyenda urbana basquetbolística de la gran manzana y en quien muchos lo ponían a la altura del ex pivote angelino como futura estrella y desde el juego lo auguraban como el próximo Magic Johnson por su capacidad de lectura y además, en una versión mejorada de acuerdo al buen lanzamiento exterior que poseía, pero pasaron cosas.

Todo era un cuento de hadas, solo era cuestión de tiempo para ver a Daniels brillando en la NBA, el camino estaba allanado, pero la educación siempre estuvo ausente. Fue abandonado por su madre y pasó por cinco colegios distintos durante su etapa secundaria y unos problemas alarmantes para comprender algo que no fuera jugar al básquet. Con un muy flojo nivel académico al joven Lloyd se le dificultaba mucho poder encajar en un instituto y por tanto el entorno se le volvió en contra. Entre las malas juntas y el desorden cotidiano, el mundo de la droga lo fue absorbiendo y alejando del básquet, a pesar de ser esa su pasión, casi su razón de ser.

Las carencias educativas durante su etapa colegial no pudieron disimularse en la universidad por más bueno que sea dentro de la cancha. Jerry Tarkanian, entrenador de la Universidad de Nevada Las Vegas lo apadrinó e intentó darle un rumbo a este joven repleto de talento, colocándole un tutor para que se encargase de su mejora educativa. El plan diagramado por el entrenador se vio abortado casi que sin ponerse en práctica, dado que una noche lo detuvieron a Daniels por comprar crack a un policía disfrazado de dealer y lo echaron de patitas a la calle de la UNLV y con ello arrancó un tobogán de desilusiones.

Entradas y salidas en programas antidrogas, mientras seguían pasando los años y perdía su tiempo para estar jugando en la NBA con los mejores, como supuestamente era su destino cuando deslumbraba en los playgrounds de NY City. En una de esas jornadas repletas de oscuridad, donde la droga y el alcohol era lo único que le interesaba fue tiroteado por un problema de drogas y si bien pudo zafar de ese encontronazo, uno de las balas le alcanzó el hombro y quedó alojada en él para el resto de su vida, sin esto impedirle seguir jugando al baloncesto.

La NBA sabía de él, tenía la fama de crack descarriado, como aquellos casos de jugadores de gran calibre, pero que no le daba ninguna seguridad a la franquicia que se animara a contratarlo, dado que sabían lo mucho que significaba esa apuesta para un chico sin educación y de frágil carácter, que podía meterse en problemas en cualquier momento.

No obstante su chance llegó, nuevamente Jerry Tarkanian apareció en su vida y lo llevó  a San Antonio cuando lo nombraron entrenador principal del conjunto texano en la temporada 1992/1993. Daniels tuvo su mejor momento deportivo esos días en los Spurs, jugando en la NBA y teniendo actuaciones más que interesantes con números de 14.5 puntos, 3.1 rebotes y 3.8 asistencias, sin embargo los resultados no acompañaron y Tarkanian resultó despedido tras veinte juegos y en su lugar llegó John Lucas, quien no confió tanto en “Sweet Pea” y fue quedando relegado en la consideración.

Algunas experiencias más en la NBA hubo para Daniels, pero sin la consistencia de aquellos primeros días con los Spurs y Tarkanian en la banca y a partir de ahí comenzó la peregrinación por diferentes ligas del mundo, con algunos pasos mejores que otros, pero con la indisciplina para con lo profesional como denominador común. Nunca pudo encarrilarse, intentó vueltas a la NBA, pero el físico ya no era el mismo, el talento tampoco y la luz se fue apagando sin haber iluminado nunca por completo una carrera que prometía.

Su vida fue y es reconocida en el mundo del básquetbol estadounidense y en especial en su ciudad New York, donde por ejemplo estrella del calibre Carmelo Anthony ha decido invertir dinero para ser productor ejecutivo del documental que retrata su vida y que hoy en día está disponible para Amazon Estados Unidos.

“El crack que no fue” puede abarcar a muchos deportes, populares o no tan populares, donde demuestra que el talento no es todo, que lo mental muchas veces es tan o más imporante y que si falta esa fortaleza todo puede desmoronarse como un castillo de ilusiones.

 

 

Mauro Osores / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
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