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Denver venía haciendo un buen partido, a pesar de no contar con el mejor Nikola Jokic, pero estaba haciendo un partido inteligente y de resultado corto ante un equipo que es pura dinamita ofensiva. Los Nuggets estaban 43-40 al frente a falta de 3 minutos para el cierre del segundo cuarto y allí fue la debacle defensiva del equipo, permitiendo que los Warriors establezcan un parcial de 18-4 y cerrar once puntos arriba al entretiempo (58-47).

El mal momento de Denver en ese cierre, pudo haber sido un aviso para que no permitieran otro pasaje de esa manera, donde se distrajo y permitió puntos demasiados fáciles, sobre todo en el perímetro donde los Warriors engranan todo su juego.

“No defendimos”, fueron las palabras de Barton tras el encuentro según pudo recoger el periodista del Denver Post, Mike Singer y Malone, siendo más analítico sobre las cosas que hizo mal Denver, desde lo emocional advirtió: “No podemos vencernos a nosotros mismos y a los Warriros en el mismo juego”. Además, esta frase se añade también a los propios errores de su equipo, sufriendo en un detalle del juego en el que no se esperaba, como los rebotes ofensivos de donde provinieron 20 puntos extras.

Jordan Poole tomó el control del juego y desde la primera etapa comandó la ofensiva local, incorporando luego a Klay Thompson y Stephen Curry. Golden State se floreó en el segundo tiempo y nunca le dio la chance a Denver de levantar, mostrándose muy abatido desde lo actitudinal y sintiendo que si Nikola Jokic no está bien, bajan la persiana para pensar en ganar.