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¿Qué detalles tuvo que cambiar Campazzo para volver a la rotación?

09:44 20/11/2021 | El cordobés poco a poco está adquiriendo relevancia en los Nuggets. Cada vez que le reducen los minutos responde en el siguiente juego. Las claves.

Campazzo anotó 16 puntos anoche (Foto: @estebanabed)

La vida sin problemas es pasar el tiempo a lo bobo, dice una reconocida banda de rock nacional y para Facundo Campazzo se aplica a la perfección.

De no tener prácticamente minutos a ser completamente determinante para Michael Malone y Denver, el cordobés continúa manteniendo a todos bajo el sueño de su desvelo.

Sus 16 puntos le permitieron ser el armador que cerró el partido de anoche contra los Bulls, quedándose por encima de Monte Morris y Bones Hyland, pero el ajuste que realizó va mucho más allá que ese simple número.

Poco a poco Facu está volviendo a ser Campazzo y la mejoría se va notando en ambos costados de la cancha. Desde el crecimiento en el tiro de tres, los ataques al aro, la cantidad de asistencias y el impacto defensivo, nada parece quedar fuera de su órbita.

El punto de motivación solo está reservado para ciertos jugadores con mucha dureza mental y reside en la ausencia de minutos en los partidos anteriores previos a la irrupción, tanto contra Portland como ante Chicago.

De no ver minutos frente a los Hawks el 12 de este mes a mostrarse sumamente eléctrico y contagioso dos días después cuando el rival eran los Blazers. Lo mismo frente a los Bulls tras dos partidos (Dallas y Philadelphia) en los que su participación fue casi nula.

En esos dos encuentros el argentino solo falló cuatro de sus 11 intentos de tres puntos y parecía que tenía algo para demostrar. Contra los Hawks estuvo más dedicado a la recepción tras las oportunidades generadas por Bones Hyland y ante los Bulls fue Facu quien muchas veces tuvo que crearse sus propios lanzamientos.

Más dedicado a la generación como armador en el partido contra Chicago, esta situación lo define a la perfección. Juega el pick and roll con Jeff Green y detecta que su defensor le pasa por detrás para invitarlo a tomar el tiro. El cordobés lanza y no perdona. 

 

 

Otro punto de crecimiento es la forma en la que está atacando el aro, llegando bien profundo a la pintura con sus cambios de ritmo para romper el juego estático de Denver.

Según NBA.com/stats, en los últimos cuatro partidos solo Monte Morris y Will Barton (6,0 cada uno) están promediando más ataques al aro (drives) que Campazzo (4,7) y el funcionamiento cambia cuando él está en cancha.

En esta acción, por ejemplo, ataca el cambio llegando rápido a las inmediaciones de la llave, pasa saltando a Rivers que estaba bien posicionado en la esquina, se comporta correctamente para la relocalización, recibe y ejecuta con velocidad de descarga y alta parábola. Facu, de manual.

 

 

Por otro lado, la defensa se está retroalimentando, contrariamente a lo que sucedía con él la temporada pasada. Eficiencia ofensiva y determinación defensiva, el argentino volvió a ser el mosquito insoportable que todos conocían en estos últimos encuentros.

La defensa zonal (2-3) que planteó Malone anoche le dio la chance de contener de mejor forma un ataque de Chicago que encontró respuestas mayoritariamente con Zach LaVine luego de una sequía exterior.

El cordobés cortó las líneas de pase y ataques al aro, contuvo en las cortinas y provocó faltas ofensivas constantemente. Y no es la primera vez que lo consigue en estos encuentros recientes.

De nuevo, las estadísticas lo respaldan y solo Aaron Gordon (siete) y Monte Morris (seis) lograron más desvíos (deflections) que Campazzo (cuatro) en los últimos cuatro encuentros, a la vez que el exjugador de Orlando es el único que supera al cordobés en balones ofensivos recuperados en ese lapso, con tres para él y dos para Facundo.

El mejor caso fue en el partido de anoche. Estas tres acciones vislumbran un poco la cuestión. Llegó a sacar tres faltas ofensivas en un pequeño lapso durante el último cuarto y provocó desvíos constantemente. 

 

 

Le llamen desde el banco o no, Campazzo demuestra su madurez en esta clase de juegos y paulatinamente va encontrando su lugar en el equipo, con una proyección importante a largo plazo si continúa en este nivel.

Seguís y no frenás. Chocas, te levantás y a nadie esperás. ¿Cuánto más? ¿Hasta cuándo pensás trepar? La vida es una escalera y todos se forman en tu hilera. Parar no es opción. Gracias por provocar que se infle el pecho, por hacernos gritar que argentinos somos. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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