NBA 2020/21

Jokic y Paul, dos jugadores que tuvieron que cambiar sus figuras para crecer

17:05 07/06/2021 | Nikola y Chris se enfrentarán esta noche en el inicio de la serie entre Denver y Phoenix. Para llegar hasta ahí debieron hacer modificaciones rotundas.

Paul y Jokic se verán las caras esta noche (Foto: Bleacher Report)

Para ser el mejor hay que esforzarse como nadie. Para llegar a codearse con los grandes hay que entrenar como ellos. También se deben hacer sacrificios, cuidar el físico y encontrar la forma más óptima de alimentación. Realizar el acondicionamiento adecuado, descansar bien y muchas otras cuestiones forman parte del repertorio de esos deportistas que levantan los trofeos y llegan a los más alto. Nikola Jokic y Chris Paul lo entendieron y en la actualidad ven los frutos.

2014. 136 kilos aproximadamente. Adicción a la Coca-Cola y devoción por los dulces. Cachetes hinchados y una tímida sonrisa. Todo en un cuerpo de 2.11 metros que mucho no entiende de dietas, ni entrenamientos. Solo habla el idioma naranja y adentro de la cancha demuestra que está para grandes cosas.

Pero en la vida de un basquetbolista, especialmente en la actualidad, ya no alcanza con ser solo bueno. Aún si en ese deporte esa persona fuese considerado un semi Dios. Algunos conocen a este protagonista como Nikola Jokic, otros simplemente lo llaman Joker. Todos, sin embargo, se dieron cuenta del cambio físico que ese adiposo joven tuvo al volver de la cuarentena.

En el proceso de modificación tuvo que dejar los vicios atrás y enfocarse en mejorar. Probó ser más fuerte, estar más lento y no le fue bien. También adelgazó, pero le costaba chocar contra otros internos. Año tras año fue probando y desde que Rudy Gobert dio el positivo que puso en coma a la NBA, el europeo se decidió a dar el salto definitivo.

Para ayudar al serbio en su deseo de crecer, el entrenador de fuerza y acondicionamiento de Denver en ese momento, Steve Hess, que recientemente dejó su puesto, pero continúa estando en contacto con el equipo, pasó 11 días en Sombor, la ciudad natal del pivote, apoyando al jugador a continuar su dieta.

El trabajo consistía en prácticas de dos a cuatro horas todos los días, sin pausa y con la tranquilidad de que Jokic estaba rodeado de sus seres queridos. No tenía distracciones y su programa era comer, dormir, entrenar y repetir el trámite.

“Como cuerpo técnico, habíamos identificado áreas específicas en las que queríamos ayudar a Jokic a mejorar en la temporada baja, incluyendo tener una base sólida, ser más ágil, salir de su segundo salto con potencia, creciendo en la resistencia cardiovascular, disminuyendo la masa corporal y aumentando la producción de fuerza para poder aumentar su salto vertical, comentó Hess en una entrevista reciente con Fitness Reaper.

Además, como se aclaró antes, los otros componentes que beneficiaron al balcánico fueron la recuperación y el descanso junto con una nutrición adecuada. Nikola utilizó métodos como la compresión, la hidrorecuperación y las siestas regulares, que fueron supervisadas por Hess para que su cuerpo pudiera descansar entre sesiones y sanar por completo. Para la parte de nutrición, discutieron y encontraron formas en que Jokic podría comer suficientes proteínas al preparar comidas fáciles y simples como huevos y avena en la mañana para el desayuno.

La ardua y dura rutina iba de entrenarse en las montañas, empujar neumáticos en una cancha de fútbol de la zona, bandas de resistencia y cuerdas, todo junto a un descanso habitual en el lago de Sombor.

El esfuerzo se tradujo en la cancha y al regresar a la burbuja de Orlando fue uno de los más destacados del certamen, guiando a los Nuggets a competir (y sorprender) en las finales de la Conferencia Oeste y dejando en claro que son un equipo que está para grandes cosas.

Lo de Nikola, no obstante, recién estaba empezando y se dejó lo más interesante para la 2020/21. La pérdida de kilos le permitió elevar su juego a un nivel completamente diferente. Pasó de ser un protagonista clave para el funcionamiento de Denver al mejor basquetbolista del equipo y eje de todo lo que ocurre adelante en los de Colorado.

Chris Paul, por su lado, y a pesar de su lesión en el hombro actual, estaba disminuyendo la velocidad. Jugaba ya con chicos de 19, 20 y 21 años. Le pasaban por arriba en varias situaciones. Eso no importaba, siempre estuvo un escalón más abajo desde los centímetros y el físico. Sin embargo, siempre se caracterizó por su elasticidad. Todo cambió con los años y en la 2018/19, jugando para Houston Rockets, se sintió más lento.

Hace dos años el armador había estado trabajando en un documental llamado The Game Changers, en donde se advertía acerca de los hábitos de consumo carnívoros y las alternativas basadas en una alimentación a base de plantas. En ese momento Chris hizo un clic. Debía darle un giro a su carrera y modificar su manera de comer podría ser la solución. 

Los deportistas, especialmente los jugadores de la NBA, muchas veces parecen máquinas y generalmente su dieta es el combustible (y el secreto). Algunos basquetbolistas consumen vastas cantidades de calorías, otros tienen días de engaño en los que se permiten comer lo que sea y Chris Paul hace exactamente lo contrario. 

El verano del 2019 fue la fecha exacta en la que se pasó a una dieta basada en plantas. A partir de ese momento, su cuerpo se modificó y hasta el día de hoy no volvió a sufrir las lesiones que lo acechaban desde que llegó a la NBA. Por ejemplo, el base apenas pudo llegar a los 80 partidos o más en tres de sus 15 temporadas y en el resto de ellas siempre debió perderse varios juegos por contratiempos físicos.

Lesiones en las rodillas, en la espalda y en los hombros lo golpearon temporada a temporada y, cuando parecía levantar su nivel de nuevo, ahí estaba la vida para tirarlo del barco. Su última oportunidad fue cuando los Rockets lo traspasaron a Thunder el 16 de julio de 2019. Un mes antes había empezado su nueva dieta. Sabía que era ahora o nunca más.

“Elegí una vida basada en plantas. Hasta acá todo bien. No es fácil. Pero para mí, está funcionando", dijo el base en una entrevista con la revista Men’s Health. “Me metí de lleno en esto. Te confieso, me molestaba. Pensé que necesitaba un ala de pollo o algo así. Pero de alguna manera lo logré. Tuve la oportunidad de producir de manera ejecutiva un documental llamado Game Changers, que habla sobre las dietas basadas en plantas y cómo ayuda a los atletas", cerró Paul.

El cambio se notó de inmediato y Chris Paul no volvió a perderse muchos encuentros por lesiones. Además, el base está pasando menos tiempo luchando contra el dolor después de los partidos y entrenamientos. 

"Me siento realmente bien en este momento", explicó. “Creo que el cambio más grande para mí son los dolores y las molestias de la temporada. Empecé a entrenar y entrenar y llegué al lunes, martes, miércoles y pensé: ´¿No estoy levantando lo suficiente? ¿No estoy entrenando lo suficiente? ¿Por qué no estoy adolorido?´ No estoy tratando de decir que tenés que quedarte con él, pero probalo", cerró Paul.

Cómo sea. La vida del atleta no es fácil. Hay que estar dispuesto a darlo todo, dentro y fuera de la cancha. Nunca es tarde para empezar y sino pregúntenle a Chris Paul y Nikola Jokic, que en diferentes momentos de sus carreras se despidieron de todo lo previamente conocido. Reciclarse siempre, de eso se trata.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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