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Los Angeles Lakers son una de las franquicias más exitosas en la historia de la NBA, pero el equipo no fue fundado en Los Angeles, originalmente eran los Minneapolis Lakers hasta su famosa relocalización.

En la década de los 50, los Lakers ganaron cuatro campeonatos de la NBA y para 1958 tenían a una estrella llamada Elgin Baylor liderando el camino. Baylor se convirtió en un gran anotador, ganó el premio al Novato del Año en 1958-59 y fue seleccionado para el All-Star en 11 ocasiones, pero su historia estuvo a punto de terminar apenas comenzaba.

En 1960, el avión de los Minneapolis Lakers aterrizó de emergencia después de perderse con Elgin Baylor a bordo, y esta historia fue compartida en el libro de Roland Lazenby sobre la historia de la franquicia. Lo que pasó fue algo milagroso.

"El vuelo a Minneapolis, que normalmente duraba dos horas, se extendió a tres, luego a tres y media. Se formó hielo, primero en las alas y las ventanas, y luego en la cabina misma. La preocupación se convirtió en miedo. "Sabiendo que se estaban quedando sin combustible y lejos de Minneapolis, el piloto decidió descender y buscar un lugar para aterrizar. Mientras descendían, su copiloto abrió la ventana de la cabina, se asomó y raspó el hielo del parabrisas”, inicia contando el fragmento.

Baylor decidió tomar su manta y recostarse en el pasillo de la parte trasera del avión. “Si voy a morir, al menos moriré cómodo”, pensó mientras se aferraba a los soportes del asiento a ambos lados. El avión realizó varios intentos más, cada uno aumentando la ansiedad de los pasajeros. En un momento, el piloto ascendió para evitar los cables de alta tensión. En el último intento, apagó los motores y el avión flotó en un campo de maíz.

"El cultivo no había sido cosechado y un metro de nieve se encontraba sobre el maíz. El aterrizaje fue suave como una almohada. Los pasajeros vitorearon y, al salir del avión, se involucraron en una alegre guerra de bolas de nieve", prosigue el desenlace, sacado de una película con un final increíble.

Esta es una de las historias más intensas que quizás se desconocen sobre los inicios de la liga. En la temporada 1959-60, Baylor había emergido como una estrella de los Lakers, promediando 29.6 puntos y 16.4 rebotes por partido. Pero seguramente, cuando estaban en ese avión, nada de eso tenía importancia. Lo único que importaba era que milagrosamente sobrevivieron.