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El propietario de Minnesota Timberwolves, Glen Taylor, ha generado controversia al cancelar la venta del equipo a los nuevos compradores, Alex Rodríguez y Marc Lore, después de que estos no cumplieran con un pago crucial para obtener el control mayoritario de la franquicia. Esta acción ha desatado un debate sobre los motivos detrás de la decisión de Taylor y ha dejado al equipo sumido en incertidumbre.

La historia comienza con la adquisición original de los Timberwolves por parte de Taylor en 1994 por 88 millones de dólares, salvando así al equipo de una posible reubicación en Nueva Orleans. Sin embargo, a lo largo de los años, Taylor ha acumulado una serie de controversias, incluyendo una suspensión por parte de la NBA en 2000 debido a irregularidades en la firma de contratos secretos con jugadores.

A pesar de los rumores de venta del equipo en los últimos años, ninguna de las negociaciones anteriores llegó a concretarse, lo que generó escepticismo sobre las verdaderas intenciones de Taylor. Finalmente, en abril de 2021, Rodríguez y Lore llegaron a un acuerdo para adquirir los Timberwolves por 1.5 mil millones de dólares, un trato que implicaba un pago escalonado y la adquisición gradual del control mayoritario del equipo.

Sin embargo, detrás de esta aparente transacción exitosa, surgieron tensiones entre Taylor y los nuevos compradores. Por un lado, Rodríguez y Lore estaban comprometidos con el crecimiento del equipo, como lo demostraron al contratar a Tim Connelly como presidente de operaciones de básquetbol con un contrato lucrativo. Por otro lado, Taylor parecía reticente a ceder el control total del equipo, lo que generó fricciones y desconfianza entre las partes involucradas.

La situación llegó a un punto crítico cuando Taylor decidió cancelar el trato, alegando que Rodríguez y Lore no habían logrado reunir el capital necesario para completar la venta. Sin embargo, fuentes cercanas al proceso de financiación revelan que los nuevos compradores tenían un respaldo sólido y estaban listos para cumplir con sus obligaciones, según investigó Joe Pompliano para Huddle Up.

Glen Taylor saboteó la venta de los Minnesota Timberwolves principalmente al negarse a cumplir con los términos acordados en la venta del equipo a Alex Rodríguez y Marc Lore. A pesar de que Rodríguez y Lore habían acordado comprar gradualmente el equipo y habían cumplido con los pagos iniciales, Taylor decidió cancelar la venta después de que los nuevos compradores no pudieran completar un pago crucial para obtener el control mayoritario de la franquicia.

Uno de los aspectos clave de la sabotaje fue la estructura única del acuerdo de venta. Taylor había acordado con Rodríguez y Lore que estos adquirirían el control mayoritario del equipo en cuatro etapas, con pagos escalonados a lo largo de varios años. Sin embargo, cuando llegó el momento de realizar el tercer pago, Taylor decidió cancelar la venta, alegando que los nuevos compradores no habían reunido el capital necesario, a pesar de que estos habían asegurado financiamiento alternativo para completar la transacción.

Además, Taylor también fue acusado de realizar acciones que socavaron la confianza de los inversores en el equipo. Por ejemplo, en lugar de permitir que los socios limitados del equipo vendieran sus acciones como parte del acuerdo de venta, Taylor optó por vender exclusivamente su participación, dejando a los socios limitados sin la posibilidad de obtener liquidez de sus inversiones.

Lore y Rodríguez comenzaron la adquisición de los Wolves en abril de 2021, comprando inicialmente una participación del 20%. La pareja aumentó su porcentaje de propiedad al 40% con otra compra en marzo de 2023. El último pago por otro 40% de las franquicias estaba programado para el 27 de marzo.

Taylor ha sostenido que la pareja llegó tarde y no cumplió con la fecha límite, y ahora tiene la intención de mantener el club; Lore y Rodríguez han refutado públicamente esa afirmación, diciendo que han cumplido con sus obligaciones.

En una entrevista con Fox 9, Taylor dijo: "Lo que anticipaba hacer, si puedo resolver todo como lo estoy planeando, es simplemente seguir manteniendo la propiedad. Tendré la propiedad de control y seguiré dirigiendo. Tenemos un plan que, tras mi muerte, tenemos un plan de lo que sucederá, pero se quedarán en Minnesota y estarán controlados por mi familia".

Con el acuerdo ahora en el limbo, la mediación independiente intervendrá para resolver las cosas. Taylor describió las negociaciones como simples, con él nombrando el precio y Lore y Rodríguez nombrando los términos. Sin embargo, al llegar el momento de hacer el último pago, Taylor afirmó que había "ciertas cosas" que la pareja necesitaba hacer para convertirse en propietarios mayoritarios y que "ellos no" lograron hacer esas cosas.

Taylor también abordó las preocupaciones sobre el futuro del equipo bajo su control, afirmando que si él lo controla, el equipo permanecerá unido. Los Wolves parecen estar listos para ingresar a la próxima temporada con una nómina superior a los $186 millones, muy por encima del umbral de impuesto de lujo de $172 millones debido a aumentos significativos para los All-Stars Karl-Anthony Towns y Anthony Edwards.

Lore y Rodríguez han afirmado que Taylor se retiró del acuerdo debido al aumento en el valor del club desde que se acordó el acuerdo original. El precio de compra original acordado en 2021 era de alrededor de $1.5 mil millones, pero desde entonces el valor del club ahora vale el doble ($2.94 mil millones) según Sportico.

Todo se trataría de una clara negación del aún propietario a dejar su lugar. Un equipo que dio un volantazo en cuanto a su valor por su mejora deportiva, a su vez una mejora deportiva vinculada al mínimo manejo de que tuvieron Lore y Rodriguez, contratando a Tim Connelly como presidente de operaciones y convenciendolo de dejar Denver. Ahora, el futuro de los Timberwolves queda en el limbo, con Taylor enfrentando posibles acciones legales por parte de Rodríguez y Lore, quienes buscan hacer valer su acuerdo de compra. Glen ya tiene una edad avanzada de 83 años, su tumultuoso manejo de la franquicia no le dan respaldo. La venta también acarreaba la poseción de Minnesota Lynx, el equipo femenino de la WNBA.