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Sin ánimos de adelantarse al proceso o de engrandecer un interesante proyecto, en Básquet Plus se analizarán a los principales prospectos que, por características físicas, inteligencia y talento en diferentes aspectos, pueden resultar preponderantes para la NBA en los próximos años. 

Algunos ya pasaron por la liga, otros están explotando en Europa y unos cuantos más en la Liga Nacional. Explosividad, edad (menores de 30 años), rangos lejanos, habilidad para poner la pelota en el piso, centímetros y envergaduras kilométricas que siempre son muy buscadas por la liga de Estados Unidos son los ejes centrales del informe. 

Arrancando por la Liga Nacional hay dos jugadores que vienen creciendo con los años y poco a poco van sintiéndose más cómodos en el rectángulo: Máximo Fjellerup y Bautista Lugarini. El de San Lorenzo mide 1.96, tiene apenas 22 años y puede desempeñarse (y rendir) en todas las posiciones exteriores, algo que se valora mucho en Estados Unidos. 

Además, el exjugador de Bahía Basket está dando un salto en el tiro exterior, algo que en el pasado siempre le costó y es fundamental para su proyección internacional. Si bien en la 2020/21 está luchando para encontrar regularidad en el triple (27.3% con solo 0.8 convertidos en 3.1 intentos), en las dos temporadas anteriores lanzó por encima del 35% (35.9% en la 2019/20 y 35.4% en la 2018/19).

Bautista Lugarini, por su parte, es uno de los proyectos más interesantes de la camada 2001, Apenas 20 años y 2.03 metros, puede jugar tanto de tres como en los puestos interiores, poner la pelota en el suelo, anotar desde la larga distancia y correr la cancha como portador o finalizador, algo que en Bahía lo hace y muy bien, siempre con algunos errores propios de su edad, obviamente. 

A pesar de que, al igual que Fjellerup, continúa luchando con el tiro de tres, su mecánica luce cada día mejor y sus porcentajes, aún bajos, siguen creciendo, pasando de lanzar apenas a un 12.5% en la 2018/19 a 29.3% en la 2019/20 y 28.9% en la actual. Siempre también aumentando sus intentos (de 1.1 en la primera de las campañas mencionadas a 4.9 en la 2020/21). 

Sin salir del continente americano hay otro que, si bien no está sumando muchos minutos esta temporada, tiene el talento y la proximidad geográfica para dar el salto al profesionalismo norteamericano. Es Francisco Cáffaro de Virginia University. 

El pivote de 23 años posee la altura necesaria para lo que demanda la liga (2.13 metros según el portal Real GM) y la potencia física correspondiente. Además, es agresivo en cada acción, siempre y cuando le dan la chance de demostrarlo, ya que apenas disputó 15 partidos en la 2020/21 con su equipo (1.2 puntos y 1.1 rebotes en 6.6 minutos).

Los seis jugadores restantes se encuentran en Europa e incluso algunos ya fueron seleccionados por diferentes equipos de la NBA en distintos Drafts de los últimos años. Luca Vildoza, Gabriel Deck, Leandro Bolmaro, Juan Pablo Vaulet, Nicolás Brussino y Patricio Garino los involucrados.  

El último nombrado será el primer analizado de este grupo. Pato cuenta con la ventaja de tener experiencia previa en la NBA, jugando cuatro partidos de pretemporada en los Spurs y cinco de la regular en el Magic, todos ellos en la 2016/17. A pesar de que esta temporada disputó apenas un encuentro con el Zalgiris, su relevancia en el Mundial de China demostró lo mucho que puede aportar cuando está sano, especialmente en defensa. No solo eso, también posee potencial de 3&D y el 39.3% en triples que promedió en la 2019/20 con Baskonia es la muestra perfecta.

Nicolás Brussino y Juan Pablo Vaulet también poseen características compartidas, explotando un poco de forma tardía y ambos en la acb de España, donde sus estilos fueron aprovechados de la mejor manera. El de Zaragoza ya sabe lo que es jugar en la NBA (totaliza 58 partidos entre los Mavericks y los Hawks) y paulatinamente se convirtió en un tirador defensor muy rendidor, capaz de anotar con su lanzamiento (40.0% en triples en la 2019/20 y 37% en la actual) o corriendo la cancha tras buenas prestaciones atrás. 

Por otro lado, Juan Pablo fue elegido por los Nets en el pick nueve de la segunda ronda del 2015 y se ganó un nombre en España a base de capacidad física, defensa agresiva y lectura para hacer daño sin balón, moviéndose muy bien para recibir y castigar cerca del aro desde el dunker spot o en transición. Las lesiones lo están respetando y sus promedios de 8.4 puntos, 3.9 rebotes y 1.0 asistencias lo demuestran, lanzando a un más que aceptable 30% en triples.

Leandro Bolmaro es el otro argentino que ya fue seleccionado en el Draft (puesto 23 de la primera ronda por los Knicks, con acuerdo para que sus derechos vayan inmediatamente después a los Timberwolves) y con Sarunas Jasikevicius al mando del Barcelona el argentino está dando pasos gigantes desde el entendimiento, la lectura y la paciencia. 

En defensa ya no hace tantas faltas como antes (2.0 en la 2019/20 a 1.3 en la actual) y en ataque lo están utilizando como generador, capaz de castigar con rompimientos o en transición, en donde también dio un salto atlético que antes no consiguió y producto de ello es la volcada impresionante que logró ayer domingo.

Finalmente, Luca Vildoza y Gabriel Deck son los dos argentinos que por edad, cualidades, rendimientos y maduración están al acecho de la mejor liga del mundo. Tanto en Baskonia como en el Real Madrid el base y el alero vienen dando muy buenas prestaciones. El exarmador de Quilmes hace un poco de todo y eso se refleja en sus 10.9 puntos, 1.9 rebotes y 3.6 asistencias, con un salto en el triple (de 30.4% en la 2019/20 a 38.1% en la 2020/21) y la magia de siempre. 

La actuación de Gabriel Deck fue la cúpula de lo que puede llegar a ser el santiagueño, rompiéndola y siendo uno de los puntos más altos del Madrid hasta la final ante Barcelona. Complicado para defender de espaldas, siempre altruista en ambos costados, eficiente en los rompimientos y polifuncional en ataque y defensa, el del seleccionado argentino sigue mostrándose como un baluarte para Pablo Laso.  

Su actuación en el Mundial de China también dejó entrevisto su talento y hasta el momento promedia 8.8 puntos, 3.7 rebotes y 1.0 asistencias que no reflejan realmente lo que puede hacer y el impacto que consigue partido a partido.

Nueve nombres hechos y forjados en las entrañas del básquet argentino. Múltiples puestos y vastos sueños de continuar ascendiendo. Solo una proyección, un estimativo sin intentos de engrandecimiento ni maximización al hartazgo. 

Llegarán hasta donde se lo propongan, con trabajo y ambición... y la celeste y blanca en su corazón. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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