Tokio 2020

Nicolas Batum, el gato negro de Luka Doncic

12:27 05/08/2021 | El alero francés se vistió de héroe con una tapa para la historia y nuevamente sacó de competencia al esloveno en un duelo mano a mano.

Nicolás Batum y su duelo particular con Doncic (Foto: FIBA)

La historia de Luka Doncic en estos Juegos venía derechita con triunfos dando shows y otros dando la talla con la personalidad como cuando venció a España en zona de grupos. Todo era felicidad y aún lo es, ya que estar en semis te permite también pelear por la de bronce si se pierde en esa instancia.

Francia sabía de la peligrosidad de Eslovenia y en los papeles la opinión popular iba a estar a favor del país pequeño, de la cenicienta que llegaba con el aura del básquet moderno de alto goleo de la mano de Luka Doncic y un equipo que se mostró a un alto nivel en todo el torneo, sin desentonar con la figura de Dallas.

En este contexto, apareció Nicolás Batum con su selección y a pesar de estar lejos en ser la figura del equipo en el torneo (8.2 puntos y 6.0 rebotes) y en el partido ante los eslovenos (3 puntos, 5 rebotes, 3 asistencias y 1 tapa), se hizo un espacio para ser uno de los protagonistas de Francia de cara a la final. El tapón contra el tablero del final amargó a Luka Doncic y además de quitarle el invicto de 17 partidos con la selección, lo privó de jugar la definición del torneo ante Estados Unidos, un cruce que era esperado por muchos.

Pero lo de Batum contra Doncic no es de hoy, sino que en lo que va del año es la segunda vez que frena al esloveno con su equipo, puesto que con Los Ángeles Clippers también dejó afuera a Luka y sus Dallas y en una serie de las más locas del último tiempo. Seis triunfos de visitante entre uno y otro, siempre en desventaja los angelinos y dando vuelta la cuestión por cuatro a tres.

En esa serie el nacido en Lisieux tuvo una media de 9.3 puntos, 5.7 rebotes, 2.1 asistencias en casi 33 minutos por juego.

Nicolás Batum y cómo ponerle freno a Luka Doncic y su equipo. Pocos pueden presumir de eso y el ex Portland no solo lo logró, sino que también se erigió como figura con su tapa, que a esta altura ya es historia viviente del olimpismo basquetbolísitico.

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