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El juego de las estrellas de la temporada 1981-82, tenía un sistema similar al de hoy en día para elegir a los miembros de cada equipo, se tienen en cuenta los votos de los aficionados y los votos de los entrenadores de la liga. Tercer juego de una decada llena de laureles para Lakers y Celtics lo que se evidenciaba en las plantillas de ambas conferencias. En la del Oeste por Lakers estaban; Norm Nixon, Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, por el Este con los Celtics otros tres nombres, Tiny Archibald, Robert Parish y el MVP del juego Larry Bird. A los equipos de cada conferencia los completaban otros 10 jugadores, todos nacidos en suelo estadounidense.

Larry Bird ganaría su único MVP del All-Star en este juego, rodeado de meros compatriotas. El de los Celtics venía de ser campeón de la NBA y se llevaba el trofeo del partido de las estrellas, tras anotar 19 puntos, 12 de ellos en el último cuarto para que los del Este se anotacen la victoria.
 

Desde la participación de Kiki Vandeweghe en el All Star de 1983, nacido en Wiesbaden (Alemania), hasta la llegada de jugadores internacionales como el nigeriano Hakeem Olajuwon, o la de la legión de jugadores europeos encabezados por Dirk Nowitzki, Manu, Pau Gasol, Tony Parker o ahora los Giannis Antetokounmpo y Luka Doncic, no ha vuelto a haber un All Star sin algún jugador nacido fuera de los Estados Unidos. 
 

El All Star ha ido cambiando en función de los cambios en la liga y de la globalización de la competición y, como fiel ejemplo de ello, el All Star ha pasado a ser un partido con representación internacional desde hace cuatro décadas y es improbable que vuelva a suceder. Además, esto sirve como lupa para observar a la sociedad de ese entonces, mucho menos tolerante y diversa, con una cesgada imagen de la realidad social, con muchos testimonios que dan cuenta de los racismos albergados por la sociedad americana de antaño no hay que perder de vista tampoco este tipo de avances.