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Pivotes puros de la calidad de Shaquille O´neal, Wilt Chamberlain, Bill Russell o Patrick Ewing, entre otros, siempre sufrieron a la hora de ir a la línea de los suspiros, concediendo a las defensas una herramienta para frenarlos en distintos momentos de los partidos. Malas mecánicas, pobre coordinación de pies o erroneo posicionamiento de las manos fueron algunos de los motivos de sus malos rendimientos. 

En esta línea se apoya Tom Heinsohn, el mítico exjugador y entrenador de Boston Celtics, quien se apoyó en Chamberlain para explicar las causas de los bajos porcentajes del pivote, quien promedió 51% en tiros libres durante su gloriosa carrera en la NBA. Según el director técnico, las complicaciones de Wilt residían en su fuerza desmedida, un arma de doble filo que le permitía destacarse en muchas cosas, pero caerse en otras.

"El problema con las personas grandes es que la gente más chica le enseña a lanzar tiros libres. Por eso, los pivotes se mueven mucho para lanzar y la mayoría de sus problemas es que no son capaces de tirar suavemente. Son muy fuertes", analizó Tom. Además remarcó que "son demasiado fuertes". "Pongamos el ejemplo de Wilt Chamberlain, quien tenía muchos problemas en ese apartado. ¡Una vez lo vi irse al medio de la cancha y meter 20 de 25 tiros libres desde ese lugar! Estaba enloquecido, ya que él era demasiado fuerte y cuando lanzaba se movía demasiado", expresó.

¿La solución según Tom? A continuación: "Cuando enseño a los pivotes a lanzar les digo que pongan la mano arriba, como al final del lanzamiento, y que simplemente muevan su muñeca. No hagan mecánica, ni muevan los brazos ni flexionen las piernas. El mejor lanzamiento de Chamberlain además de las bandejas era el tiro en suspención hacia atrás porque toda su fuerza iba hacia allí en el salto y él podía tirar con menos fuerza".