Historias

10 años: cómo cambió la vida de Lapro y Campazzo desde 2009

13:32 30/05/2019 | Con la entrega del MVP a Laprovittola, seguido en el ranking por Campazzo, armamos una retrospectiva de estos dos jugadores en los últimos 10 años de su carrera. Muy interesante.

Siempre juntos, siempre amigos, siempre divertidos, siempre compitiendo (Foto Instagram)

La temporada 2008/09 de la Liga Nacional en Argentina fue una más. Una más para la gran mayoría, pero no para dos jugadores jóvenes que debutaban en la máxima categoría con toda la ilusión que eso significaba. Uno, Nicolás Laprovittola (18 años en ese momento), lo hizo en Lanús, relativamente cerca de su casa en Morón, donde siguió viviendo con su familia: mamá Margarita Stolbizer, papá Juanino y hermanos (Federico, 2 años menor y Tata, tres menos). Juanino lo llevaba hasta el límite de Morón, donde Valerio Andrizzi lo subía y llevaba a Lanús. En ese 2008/09, en realidad, Andrizzi se fue a Independiente de Tandil y hubo que buscar otras vías. 

El otro era Facu Campazzo, natural de Córdoba capital, 17 años por entonces. Después de explotar localmente en Unión Eléctrica de su ciudad, Peñarol lo había reclutado y en esa 2008/09 empezó a ponerlo, muy poquito, en algunos partidos de Liga. El entrenador era Sergio Hernández y Peña era protagonista, aunque faltaba un poquito para empezar una etapa única en el básquetbol argentino. 

 

En ese 2009, Enrique Tolcachier comenzó a hacer concentraciones de la selección argentina U19 que jugaría el Mundial de Nueva Zelanda a principios de julio. Salvo a una, al resto Facundo Campazzo no concurrió, porque Peñarol estaba jugando las finales de la Liga contra Atenas. Tolcachier decidió entonces llevar como bases a Juan Fernández, Titi Cortés y Nico Laprovittola. Facu quedó dolorido, pero se bancó la decisión. Lapro fue a NZ, pero se pegó un golpazo. De creer que pelearía la titularidad, pasó a ser claramente el tercer base, atrás de Fernández (uno) y Cortés (dos). La bronca lo hacía equivocarse más cada vez que entraba y era peor. Hasta que se dio cuenta que tenía que cambiar el chip y terminó ese torneo jugando bien. Como pasa habitualmente, los integrantes de ese plantel tuvieron caminos muy distintos: algunos se retiraron, otros juegan Liga Argentina, algunos Liga Nacional y pocos en el exterior. Lo más destacados al día de hoy: Ramírez Barrios (Regatas), Juan Fernández (Trieste de la A italiana), Cortés (Fuerza Regia de México), Luis González (figura en Instituto) y Lapro. 

En los años siguientes, la Liga unió los destinos de Facu y Nico. Con el retiro de Sebastián Rodríguez, Campazzo pegó una explosión impresionante en Peñarol, que se convirtió en el equipo del momento, mientras que el Lanús de Lapro también fue protagonista, llegando incluso a la final de la 2012/13 eliminando en semis a Peñarol. Antes de esa temporada, en el 2012, Facu y Nico compartieron selección mayor en el Sudamericano, que era el debut de Campazzo (solo había jugado un sudamericano de cadetes en 2007).

Ahí definitivamente entraron en sintonía y se hicieron amigos inseparables. El destino hizo que, en ese mismo 2012, fueran protagonistas de un gran dolor y una gran alegría a partir de la misma situación: Lamas llevó a los Juegos a Facundo y Nico se quedó afuera. Aunque estaba feliz, Facu estaba más preocupado por su amigo y su tristeza que por su propia situación. 

Sería la última vez que uno de los dos quedaría afuera de una selección mayor. En el 2013, en el Premundial, Nico no anduvo bien, pero Facu la rompió y fue la gran figura para la clasificación al Mundial 2014, donde ambos fueron protagonistas, aunque el resultado no fue el esperado. El primer gran salto fue en 2015. Campazzo ya se había ido al Madrid, donde ganó todo, Lapro estaba como dueño del Flamengo (campeón de América e Intercontinental) y en México jugaron un gran torneo para meter a Argentina en Río 2016. 

 

Fue justamente en Brasil donde, si bien en México lo habían iniciado, se adueñaron de la base del equipo, porque estaban todos los grosos: Manu, Scola, Nocioni y Delfino, y el compromiso era mucho más potente. Campazzo jugó un torneo extraordinario y Nico fue un su complemento ideal. Definitivamente estaban ya en el sitio que habían soñado hace mucho tiempo. 

 

Lapro comenzó su periplo fuera de Brasil, con muchos cambios en poco tiempo, dándose un gusto para pocos: jugar en los Spurs con Manu Ginóbili. Antes y después fue un recorrido agitado: Lituania, Estudiantes de Madrid, Baskonia, Zenit de San Petersburgo en Rusia y, finalmente, el Joventut de Badalona en mitad de la temporada pasada. Lo de Campazzo fue más normal: crecimiento enorme en Murcia dos años, retorno al Madrid y, rápidamente, protagonismo para conseguir su segundo título de Euroliga. 

Llegó la 2018/19 y, desde orígenes distintos, Nico y Facu la terminan a tope. Si bien el Madrid no pudo quedarse con la Euroliga ni la Copa del Rey, es un gigante de Europa y Facundo demostró que es un clase A del continente. El mejor, entre los tres, entre los cinco, no importa. Va en el mismo vagón que los mejores. Lapro, quizá inesperadamente, tuvo una temporada fabulosa de principio a fin. Lideró a la ACB en puntos, quedó segundo en asistencias en el último partido, fue también segundo en valoración... y MVP, elegido hace tres días. Inigualable e inolvidable. Campazzo quedó segundo en esa votación y, en ambos casos, fue unánime. Prensa, jugadores y entrenadores colocaron a Lapro como uno y a Facu como dos. Única vez en la historia que dos argentinos lideraron la votación.

 

 

El presente de ambos es fantástico y lo viven con alegría por el uno y por el otro. Pero claro, son jóvenes y el futuro es largo todavía. Un hecho puntual y sabido se dará en julio/agosto/setiembre, cuando ambos participen con la selección en los Panamericanos y luego el Mundial. Motivación suficiente de arranque. Pero otro sueño late cerca, aunque todavía lejos de confirmarse: jugar juntos en un club. El Madrid quiere a Lapro, pero eso solo no alcanza. Deben darse otras situaciones que hagan que la operación pueda concretarse. No quieren ilusionarse demasiado, pero a veces les resulta imposible. Sería coronar con un regalo una auténtica década ganada. 
 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
 

 

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