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Mientras las veintidós franquicias de la NBA se preparan para la reanudación de la competencia, varios jugadores de esos equipos soltaron críticas sobre la calidad de las habitaciones en las que se encuentran o se burlaron de la comida que se les brinda en la burbuja de Orlando. Quien cortó con ese relato y dejó en claro que no hay nada de qué lamentarse es Steven Adams, miembro de los Oklahoma City Thunder.

"Seamos claros: esto no es Siria. No es tan difícil, no es una vida tan dura. Estamos viviendo en un resort. Todos se van a quejar, todos tienen sus propias preferencias, pero no hay nada demasiado serio. Sólo un poco de comida seca aquí y allá", señaló el pivote oceánico elegido en el puesto doce del Draft 2013.

Ciertamente, las comodidades de estos hoteles no son algo que puedan inquietarlo. Adams, quien cumplió 27 años ayer, tiene una historia bastante peculiar. Es el menor de los dieciocho hijos que tuvo Sid, un marinero inglés que se comprometió cinco veces. Pasó gran parte de su infancia y adolescencia en una granja situada en Rotorua. Pero, más allá de la vida campestre, parece que el deporte está bastante arraigado a su familia: Valerie, su media hermana, ganó dos medallas de oro olímpicas y cuatro Mundiales en lanzamiento de bala.