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Atenas cumplió años y te contamos su historia en la Liga

12:46 18/04/2020 | Los cordobeses festejaron anoche sus 82 años de vida y en esta nota hacemos un recorrido por su riquísima historia en la Liga Nacional.

Pichi y Marcelo festejando el título 1998/99, el último juntos (Foto Marcelo Figueras)

Cuando la Liga Nacional comenzó a despuntar a mediados de los 80 y realizó su temporada de transición en 1984, el país entero descubrió que la ciudad de Córdoba albergaba a uno de los clubes más importantes del básquetbol de Argentina. Más importantes en cuanto a proyección e historia, más allá de no haber sido campeón argentino de clubes nunca. El torneo metropolitano de Buenos Aires acaparaba a los grandes clubes (Obras, Ferro, Gimnasia La Plata) y nombres de la época: Raffaelli, Cadillac, Romano, Cortijo, Maggi, Uranga, etc. 

Sin embargo, Córdoba tenía a Atenas, con un selecto grupo de jóvenes recién llegados, liderados por el histórico Runcho Prato, con un pibe desfachatado como base que, a sus 19 años, revolucionaba el juego por su carácter y poder de gol: Marcelo Milanesio. En esa transición se quedaron en semifinales, pero pintaban para crecer, y en la primera temporada oficial, en 1985, llegaron a la final del torneo frente al poderoso Ferro, al que le ganaron el primer partido en el Corazón de María (era final al mejor de 3 en ese entonces), para caer en los dos del Etchart y quedarse con las ganas. El extranjero elegido, Donald Jones, sería una figura emblemática del equipo en los años siguientes.

Volvieron a chocar en semis de 1986 y otra vez Ferro se llevó el duelo 3-2, pero estaba claro que Atenas iba a ser un protagonista central de la competencia. Para quebrar esa barrera que le impedía superar a Ferro, en 1987 rompió los esquemas al fichar a la mayor promesa de Córdoba: Pichi Campana (22 años). En 1986 había sumado a otra leyenda cordobesa, Germán Filloy, entonces completó un plantel bien cordobés, con Mario Milanesio, el propio Prato, Edio Parer y varios pibes, donde se destacaba un flaco de Morteros llamado Carlos Cerutti. Con ese plantel tuvo revancha y, por tercer año en fila, se topó contra Ferro en los playoffs, nuevamente en una final. Pero esta vez no falló: lo mató en Caballito en el cuarto partido, liquidó 3-1 y ganó su primer título de Liga. Walter Garrone, el profesor que dirigía al club desde los comienzos, llevaba al equipo a la cima. 

Repitió en 1988 masacrando a River 3-0 en la final (primer torneo de Diego Osella), no pudo contra Ferro en una recordadísima definición en 1989 (cayó en el quinto en Buenos Aires), y en 1990 sumó su tercer anillo otra vez ganando una final 3-0, esta vez ante Sport Club. Semanas antes, sufrió uno de los golpes más duros de su historia, cuando falleció Palito Cerutti tras agonizar varios días luego de un gravísimo accidente. 

En 1987, tras ganar el título, Pichi Campana se había marchado a River y luego a GEPU, con el que ganó la Liga 1990/91. Fue en 1991/92 que Campana volvió al club para armar uno de los mejores equipos de la historia: Marcelo Milanesio, Campana, Osella, Filloy, Luis Villar y dos extranjeros fenomenales, Robert Siler y Wallace Bryant. Y con Rubén Magnano consiguiendo el primer título en su carrera con el club. Después de ese año volvieron algunos problemas internos. Se fue Campana otra vez (a Olimpia) y Atenas entró en una etapa de títulos internacionales (Sudamericano 1993 y 1994, Panamericano 1996, Liga Sudamericana 1997), pero sin poder retomar su dominio en la Liga Nacional.

Esa fue la época en la que comenzó a surgir la nueva camada de jóvenes: Fabricio Oberto, Leandro Palladino, Andrés Pelussi y Bruno Lábaque. La Liga vivía su momento de mayor explosión de difusión y calidad. En 1996 volvieron Magnano y Campana, perdiendo una semi increíble ante Independiente de Pico pero consiguiendo un hecho histórico en el McDonald's Championship de 1997 en París, subiéndose al podio tras ganarle a la Benetton Treviso y al Limones y luego de caer en el final contra el Olympiacos de Grecia.

En el ámbito local retornó a las fuentes un año después, en la gran final de 1998 en el Luna Park, ante Boca, barriendo 4-0 la serie y cortando una sequía de 6 años. Fue la primera despedida de Oberto, que partió a Grecia para continuar una carrera maravillosa. Atenas repitió en 1999 ante Independiente de Pico en siete partidos, última vez que Pichi y Marcelo festejarían juntos un título. Hubo que esperar hasta la 2001/02 para volver a alzar la copa, en un año muy especial, porque significó el retiro de su máximo ídolo, Marcelo Milanesio. Al año siguiente, ya sin Marcelo, Atenas volvió a alzar el título con un enorme Bruno Lábaque, más Diego Lo Grippo, encargados de mantener la leyenda. 

A partir de ese 2003 nada volvió a ser igual. Si bien hubo una vuelta a los orígenes en 2008, con el retorno de Magnano y de Leo Gutiérrez para ganar la Liga 2008/09, no pudo mantenerse una continuidad, ni de jugadores ni de apoyos económicos que sostuvieran la posibilidad de armar grandes equipos. El protagonismo duró dos años más, hasta el 2011. La partida de Leo Gutiérrez a Peñarol privó a los cordobeses de más títulos y solo en la 2017/18, con un equipazo integrado por Meyinsse, Sims y Johnson, entre otros, alcanzó el tercer puesto. Pero fue una ilusión. 

El año pasado, ya con Bruno Lábaque retirado (ahora es el manager), se llegó al fondo. Tuvieron que disputar los playoffs por la Permanencia ante Quilmes, esquivando el descenso con un claro 3-0 ante los marpletenses. Hoy navegan otra vez entre los puestos de abajo, pero anuncian el retorno a los primeros planos cuando el estadio propio sea un hecho y los fondos que se dedican a eso vuelvan a enfocarse al plantel. Mientras tanto, su gente sigue recordando con nostalgias las épocas doradas que lo llevaron del desconocimiento de la mayoría a ser el club más importante de la historia del básquetbol argentino, con 9 Ligas ganadas. Atenas quiere volver y el público quiere que vuelva. Su historia así lo exige. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

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