The Last Dance

Carmen Electra: "Con Rodman tuvimos sexo en todo el Berto Center"

12:43 29/04/2020 | La exactriz y exesposa de Dennis, protagonista de parte de los últimos capítulos del documental, habló con LA Times y recordó situaciones increíbles vividas con el jugador.

The Last Dance da para todo y para todos. El documental sobre la campana 1997/98 de los Bulls muchas veces se aparta un tanto de Michael Jordan y recorre a otros jugadores del equipo. Primero fue Scottie Pippen y, en los capítulos del pasado fin de semana, Dennis Rodman. 

En uno de los recuerdos, se habla de las famosas vacaciones que pidió Rodman en medio del torneo para irse 48 horas a Las Vegas, que terminaron siendo el doble. Allí partió con Carmen Electra, la actriz en ese momento de Baywatch, que tenía 26 años y explotaba de belleza. En 1998, incluso, se casaría con Rodman, en un matrimonio que duraría menos de un año. 

La cuestión es que Electra, de 48 años ahora, aprovechó la popularidad del documental para darle una entrevista a Los Ángeles Times, en donde no se privó de contar anécdotas con Dennis, algunas de las cuales no salieron en el documental. 

En The Last Dance contó cómo estando en la cama con Dennis, Jordan golpeó la puerta y ella se escondió detrás de un sofá porque no quería que MJ la viera desnuda, pero indudablemente lo más sabroso se lo dijo al periódico californiano.

"Un día que tenía libre con los Bulls, Dennis dijo que tenía una sorpresa para mí. Me vendó los ojos y nos subimos a su moto. Cuando me quitó la venda, estábamos en las instalaciones de práctica de los Bulls, el Berto Center, en la cancha central. Fue una locura, estábamos como dos niños en una tienda de golosinas. Comimos helado y prácticamente tuvimos sexo en todo el maldito lugar: en la sala de fisioterapia, en la sala de pesas y, obviamente, en la cancha".

Electra también contó cómo fue el día que salieron campeones en 1998: "Dennis me dio su camiseta. Me metió en el vestuario muy rápido y de repente entré allí con los muchachos. Michael Jordan haciendo estallar botellas, champagne corriendo por mi garganta, el pelo y la ropa. Me sentí honrada de que me permitieran entrar allí”.
 

Fuente: 
LA Times

Compartir