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La temporada NBA 2018/19 arrancará con un solo representante argentino en sus filas: Pablo Prigioni, quien será el primer entrenador nacional en incursionar en la competencia norteamericana, al ser contratado como asistente de Kenny Atkinson en los Brooklyn Nets. ¿Con qué panorama arranca la campaña el conjunto de New York? Repasemos.

Lo cierto es que los Nets no la tendrán nada fácil para ser competitivos, por diferentes motivos. Uno de ellos tiene que ver con la difícil división que integran, el Atlántico, donde aparecen los tres máximos favoritos a quedarse con la Conferencia Oeste: Boston, Philadephia y Toronto.

El otro y aún más importante problema para Brooklyn, pasa por las claras deficiencias de su plantel, en comparación con los conjuntos de punta. Los Nets se encuentran en un proceso de plena reconstrucción, apostando a la evolución de sus jugadores jóvenes, pero todavía sin una figura que genera demasiada expectativa a futuro.

Más allá de contar con algunas piezas de mayor experiencia (Crabbe, Carroll, Dinwiddie, Davis, Faried), la atención en Brooklyn está depositada en sus prospectos, especialmente con tres nombres a tener en cuenta: D´Angelo Russell, Rondae Hollis-Jefferson y Jarrett Allen, probablemente el de mayor potencial del tridente.

Una buena temporada para los Nets no habrá que medirla tanto por el récord final, sino por lo que puedan empezar a construir de una base futura. Y para eso, será importante el papel que pueda cumplir Prigioni, uno de los encargados de trabajar en lo individual con los integrantes del equipo.