La Liga 2015/16

Instituto y un objetivo cumplido, con sabor agridulce

13:58 26/05/2016 | Los cordobeses cumplieron con la meta de mantener la categoría, pero dejaron la sensación de que podrían haber dado algo más como equipo.

Instituto cumplió con su meta prioritaria, pero no pudo aspirar a más. (Foto: Germán Ruiz / Prensa Atenas)
 
Instituto (Córdoba)
Posición final: 9° (Conferencia Norte) – sin playoffs
Global: 23-33
Local: 16-12
Visitante: 7-21
DT: Maximiliano Seigorman (12-18), Ariel Rearte (11-15)

 

ESTADÍSTICAS ACUMULADAS

Tras conseguir el ascenso a la primera categoría, Instituto claramente tenía como principal objetivo evitar jugar por la Permanencia. La meta se logró más rápido de lo esperado, pero la irregularidad del equipo no le permitió dar un pasito más y llegar a unos playoffs que llegaron a estar al alcance de la mano.

Los cordobeses combinaron parte de la base del TNA (Pablo Bruna, Federico Mansilla y Emiliano Martina), con algunos nacionales experimentados y sobre todo, extranjeros de calidad (terminaron con Justin Giddens, Jaz Cowan y Hakeem Rollins). Sin embargo, fueron haciendo distintos movimientos durante el año, no tanto de sus foráneos, pero sí con los nacionales y también en cuanto al entrenador.

La temporada la comenzó Maxi Seigorman, con quien arrancaron muy bien el año pero fueron perdiendo velocidad a medida que avanzó la temporada. Tras 30 partidos y con récord de 12-18, Seigorman dejó su cargo y llegó en su lugar Ariel Rearte. Al principio, la Gloria repuntó con el ex Argentino y volvió a soñar con los playoffs. Sin embargo, al poco tiempo cayeron nuevamente en una irregularidad que los terminó acercando peligrosamente al décimo lugar.

Instituto ganó en el Cerutti, en una de las primeras sorpresas de la temporada

"Lo más importante que hicimos fue cumplir con el objetivo de mantener al equipo en la Liga, que era lo prioritario", nos dice Ariel Rearte. "Después hubo momentos muy buenos, donde nos metimos en la pelea por los playoffs y lamentablemente, el momento malo vino en el cierre de la temporada, que fue lo que nos quitó la posibilidad de luchar por esas posiciones. Agarramos el pico y el bajón muy juntos; no pudimos tener una racha de alternar victorias y derrotas durante 6 o 7 partidos, como para terminar de meternos en la pelea. Nos quedó ese sabor amargo".

"Cuando el equipo vio que estaba salvado, fue como que bajó la guardia", agrega Rearte. "Y con la guardia alta nos alcanzaba para competir... con la guardia baja no nos alcanazaba ni para presentarnos, que fue lo que nos pasó en un par de partidos. Parecíamos que éramos tres niveles abajo de la categoría. Algunas fechas antes del final, nos relajamos más de la cuenta".

El secreto de Instituto en el inicio de la temporada, fue la defensa. Los cordobeses comenzaron la Liga con una identidad clara, proponiendo un ritmo de juego de pocas posesiones y mucha intensidad en la marca. Incluso, en esas primeras semanas, llegaron a liderar la competencia en ese sector del campo de juego.

El problema es que con el correr de los partidos, el equipo perdió eficiencia defensiva y ya no pudo maquillar ciertas limitaciones en ataque. De hecho, Instituto finalizó la campaña 13° en el costado propio, una ubicación muy distinta a lo que había mostrado ese prometedor inicio de torneo.

Ofensivamente, la Gloria tuvo distintos inconvenientes: fueron el equipo que más balones entregó (una pérdida en el 16,4% de sus jugadas) y el tercero que menos anotó de tres puntos. Cowan (15,9) y Giddens (14,5) fueron regulares desde el goleo, pero tuvieron problemas para encontrar esa tercera figura que apareciera consistentemente.

Otro tema que afectó las chances de Instituto, fue el final de los partidos. Durante varios momentos del año, tanto con Rearte como con Seigorman, no fueron demasiados seguros a la hora de cerrar los encuentros, sin saber exactamente para quién y cómo jugar esas posesiones. "Se nos complica no tener esa ficha a la cual darle la pelota, cuando pasamos tres o cuatro ofensivas sin anotar", nos decía Alejandro Zilli al respecto, durante la campaña. "Nos pasó tener 8 puntos de diferencia a falta de 5 minutos y no encontrar gol y terminar perdiendo el juego. Necesitamos saber para quién jugar en esos momentos de los partidos".

Al igual que Sionista, que terminó un escalón por debajo en el Norte, Instituto pecó por momentos de la sobredependencia de sus extranjeros. La tentación de tener a tres referentes como Cowan, Giddens y Rollins les sacó cierto juego en equipo y balance. Hubo nacionales con menos protagonismo del esperado y a la larga, ese panorama les jugó claramente en contra.

En resumen, la temporada de Instituto puede ser vista con ojos positivos, si la vemos desde afuera y analizamos el objetivo cumplido de mantener la categoría. Sin embargo, quedó la sensación de qué el equipo podía dar algo más, aunque eventualmente hubieron distintos factores que se lo terminaron impidiendo.

 

LA FIGURA

 

Fuente: 
Fotos y videos: La Liga Contenidos

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