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Jerome Allen es entrenador asistente de Boston Celtics y colega de Brad Stevens. Como jugador estuvo en Minnesota Wolves, Indiana Pacers y  TAU Cerámica, entre tantos otros, retirandose en 2009 en la liga italiana.  Allen ha sido uno de los nombres que apareció en una trama de corrupción de Estados Unidos que se dio a conocer esta semana, donde hay famosos implicados.

El asistente de Boston, nacido en Philadelphia en 1973, aceptó 300.000 dólares a modo de soborno para admitir al hijo de un hombre de negocios de Florida en uno de sus equipos deportivos. El hecho ocurrió en la época en la que Allen era entrenador de los Quackers de Pensilvania. Una práctica que se da para que los hijos de personalidades con mucho dinero entren en los institutos y universidades más prestigiosas del país.

Allen declaró estar arrepentido, ya que implica un delito federal y que se enfrenta hasta a 10 años de prisión. “Estoy apenado porque ahora sé que mis jugadores verán que he roto las leyes. Espero que, por lo menos, saquen algo bueno de esto”, dijo. El caso aún está en proceso y el FBI sigue investigando.