Basquetplus.com

Estados Unidos y España vuelven a verse las caras en un Juego Olímpico (12° enfrentamiento), en una instancia que si bien es de definición, ha llegado algo más temprano de lo que muchos creían. Los protagonistas de la final del 2008 y del 2012, esta vez, se chocan en semifinales.

Estados Unidos llega en alza, luego de una buena y cómoda victoria ante Argentina, borrando ciertos fantasmas de la fase de grupos. Los de Krzyzewski no venían jugando bien y acumulaban tres encuentros consecutivos que tuvieron una definición cerrada: Australia, Serbia y Francia.

Sin embargo, contra el plantel de Sergio Hernández los norteamericanos estuvieron cerca de su mejor potencial, con una mejoría clara: la defensa. Cuando este equipo defiende seriamente, no tiene rival en la competencia. El problema es que por ahora, no lo ha hecho de manera consistente y contra un rival del calibre de España eso es peligroso.

En ataque, el poderío estadounidense es conocido. Como siempre son un infierno corriendo la cancha, mientras que hacen un gran trabajo para generar ayudas y encontrar al tirador abierto. De esos tienen varios: Durant, Thompson, Irving y Anthony, entre otros a los que no se les puede dar ni un centímetro de espacio.

Por el lado español, la historia es conocida: arrancaron muy mal el torneo, perdiendo ante Croacia y Brasil, y estando cerca de también hacerlo contra Nigeria. Una vez que estuvieron contra la pared, como en tantas otras ocasiones, apareció la mejor cara de los de Scariolo: goleadas consecutivas a Lituania, Argentina y Francia, para acomodar las cosas rápidamente y volver a la senda que en la previa todos imaginábamos que recorrerían.

Vale mencionar que Scariolo puso en duda la presencia de Pau Gasol, líder anotador (17) y rebotero (8,7), debido a un problema en el gemelo. Sin embargo, todo hace pensar que el catalán será de la partida, buscando dos situaciones que su seleccionado no conoce en un Juego Olímpico: ganarle a Estados Unidos y acercarse a su primera medalla dorada.

Será interesante estar atento al ritmo de juego del partido. A grandes rasgos, uno podría creer que a España le conviene un partido de bajas posesiones y sin demasiada transición. Sin embargo, Estados Unidos ha demostrado que es un equipo vulnerable y poco disciplinado para la defensa en contraataque, por lo que por más peligroso que parezca, no sería raro ver a los españoles forzando en la carrera.

Además, hay varias interrogantes que el encuentro irá respondiendo: ¿podrá Gasol pesar, aún cuando será defendido por pivotes enormes como Cousins o Jordan?, ¿qué aleros tiene España para frenar a Durant?, ¿podrán los bases de Scariolo tener un peso anotador que por ahora no vienen consiguiendo en el certamen? Desde las 15.30, lo iremos descubriendo.

Sin los nombres propios y la historia de la primera semifinal, está claro que Australia y Serbia puede terminar siendo el partido del día, ya que en la previa aparecen como dos equipos con potencias similares y argumentos importantes para ilusionarse.

Por el lado de Australia, está claro que estamos hablando de la gran revelación del torneo. No porque les faltara material, sino porque hasta ahora, nunca habían conseguido la conjunción que están mostrando en Río. Más allá de sus individualidades, los oceánicos son un equipo en el sentido más general de la palabra.

Dellavedova y Mills forman la mejor media-cancha del torneo, Ingles es un todoterreno, mientras que Baynes y Bogut son dos rocas en el juego interior. Sin embargo, insistimos que lo más importante con los australianos pasa por lo colectivo: la defensa intensa, la energía, la velocidad de ejecución, los juegos de pases. Por ahora, vienen siendo el sueño de todo entrenador.

Además, Australia tiene el punto a favor de ya haber superado a este mismo rival, con relativa facilidad en la fase de grupos. En aquel entonces fue por 95 a 80, con 26 puntos de Mills y 23 más 13 asistencias de Dellavedova.

El análisis de Serbia es algo más complejo y a decir verdad, todavía inconcluso: todavía no sabemos cuál es el techo de los de Djordjevic en el torneo. Arrancaron mal, perdiendo tres de cuatro, para luego recuperarse en el cierre de la fase de grupos y vencer en cuartos a Croacia, en un sufrido encuentro.

Desde el juego, los serbios han dado flashes de esa calidad colectiva ya marcada en los australianos, pero mucho menos sostenida que los de Lemanis. Los balcánicos se van y vienen del partido, aunque cuando están concentrados, especialmente en lo defensivo, no deben envidiarle nada a nadie.

El duelo promete varios enfrentamientos sumamente interesantes. Uno de ellos pasa por los bases, con dos conductores de primer nivel como Dellavedova y Teodosic, a quien esta vez no podrán esconder en el costado defensivo (la tendrá difícil contra Dellavedova o Mills). El otro enfrentamiento atrayente es el de Raduljica (goleador con 16,7 tantos) con Bogut, dos pesos pesados que forman parte de las ideas primarias de sus respectivos seleccionados.

El otro factor a tener en cuenta, es el peso del partido. Quien lo gane ya tendrá asegurada una medalla y mientras que para Serbia no sería nada fuera de lo normal, para Australia está claro que resultaría una noche histórica. ¿Cuánto jugará esa presión en los de Lemanis, especialmente contra un rival experimentado e inteligente?