Especial

La noche más oscura: a 30 años de la muerte de Palito Cerutti

15:21 02/05/2020 | El pivote cordobés falleció el 3 de mayo de 1990 tras 13 días de agonía luego de un accidente automovilístico. Tenía apenas 21 años y era una gran promesa.

El viernes 20 de abril de 1990, Carlos Cerutti, una de las mayores promesas que tenía el básquetbol argentino (21 años, 2.04, pivote), decidió ir con 3 amigos (Orlando Ulloa, Gabriel Manzi y Gustavo Buchller) a bailar para aprovechar la última noche libre antes de volver a los entrenamientos con Atenas, que debía comenzar a jugar la serie de cuartos de final de la Liga Nacional contra Olimpo de Bahía Blanca. 

Fueron al pueblo de Porteña, ubicado a 37 kilómetros de Morteros (ciudad natal de Palito), en línea recta por la Ruta Provincial número 1. A la madrugada del sábado 21, volviendo para Morteros en su Peugeot 504 modelo 82, Cerutti perdió el control del vehículo por la lluvia en el acceso a la ciudad y todo el lado izquierdo del auto se incrustó contra un guardrail. Fue trasladado de urgencia al hospital de la ciudad para hacerle las primeras curaciones (tenía las extremidades inferiores destrozadas), pero la gravedad del caso hizo que lo llevaran a la Clínica Sucre, en Córdoba capital. 

Esa misma noche del sábado, le amputaron la pierna izquierda (participó de la operación Felipe Lábaque, que era uno de los dueños de la Clínica), le reconstruyeron la pelvis y también la pierna derecha, muy dañada también pero todavía recuperable. El domingo por la noche, Cerutti recobró la conciencia y tras reconocer a su padre, vio a Diego Osella: "¿Qué hacés acá que no estás en Oncativo?", le dijo. Y preguntó por qué tenía la pierna izquierda doblada. Tuvieron que mentirle y decirle que estaba enyesada. 

Sus compañeros en la Clínica Sucre de Córdoba (Foto Solo Básquet)

El calvario duró 2 semanas. La situación general se fue complicando cada vez más y el 3 de mayo, Cerutti falleció. La consternación general fue demoledora. Sus compañeros de Atenas, en ese momento, tuvieron que viajar para jugar la vuelta de cuartos de final en Bahía Blanca. Perdieron ambos partidos y tuvieron que jugar el quinto en Córdoba.

Palito con Diego Osella, siempre inseparables (Foto Encestando)

Se propusieron jugar de ahí en más por él. Lo hicieron. Ganaron el quinto, las semis ante Estudiantes de Bahía 3-0 y la final a Sport Club 3-0. El título, más que nunca, fue para Palito. El pibe que se convertía en niño cuando no jugaba al básquet, sobre todo con su entrañable amigo Diego Osella, el que quería romperla en el Mundial de 1990 en Buenos Aires, y que para eso estaba preparando una dieta y trabajo físico especial para ponerse en forma. Pero esa curva en la entrada de Morteros frustró sus sueños y su futuro. Y se llevó su vida. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

Fuente: 
Solo Basquet

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